En busca de un futuro sin guerras y prospero para Afganistán, la Comisión Europea ha presentado su nuevo plan estratégico con el fin de apoyar el proceso de paz y poder atajar los problemas actuales del país en otros temas como la corrupción o la necesidad de mejorar la situación de los derechos humanos. La Unión Europea reconoce que la delicada situación de seguridad y la situación económica frágil que atraviesa el país, junto con la clara determinación por parte de las autoridades afganas de llevar a cabo reformas tan necesarias, requiere una atención renovada de la comunidad internacional.

Por ello, Federica Mogherini, comisaria de Asuntos Exteriores y Política de Seguridad, ha sido la encargada de presentar este plan de acción basado en cinco aspectos primordiales a la hora de la cooperación internacional y el avance de Afganistán: Asegurar la seguridad y paz regional, la democracia y el respeto de los derechos humanos, el desarrollo económico y humano del país, el empoderamiento de la mujer y buscar una solución a los problemas migracionales que sufre el país.

TRES DÉCADAS DE CONFLICTO

La Comunicación Conjunta, como se conoce el plan de ayuda, es el último paso del compromiso adquirido por la UE en la Conferencia de Bruselas sobre Afganistán celebrada en octubre del 2016 en Bruselas, de la firma en febrero del 2017 de un nuevo Acuerdo de Cooperación UE-Afganistán sobre Cooperación y Desarrollo y del nombramiento de un Enviado Especial en Afganistán.

Tras más de tres décadas de conflicto, Afganistán parece empezar a recuperarse año tras año desde que en 2014 comenzarán los procesos de transición en el país con las elecciones presidenciales y el inicio del plan "Década de la Transformación" (2015-2024), el cuál redujo de manera importante la presencia de tropas extranjeras en el territorio. Sin embargo, al auge del conflicto entre el gobierno y los talibanes durante 2016 y 2017, con 1.662 fallecidos en los primeros seis meses del año, un 2% más que el año pasado, ha provocado que la OTAN vaya a desplegar varios miles de tropas de nuevo en Afganistán para el mantenimiento de los avances políticos y sociales realizados así como para seguir instruyendo al Ejército nacional en su lucha antiterrorista, como aseguraba el pasado junio el secretario general de la OTAN, Jens Stoltenbeg.

Este nuevo plan de ayuda, además de fomentar el proceso de paz y reconciliación, pretende garantizar la implicación europea en las iniciativas regionales para acabar con otros problemas sociales como la lucha contra el narcotráfico, puesto que Afganistán es el primer productor de heroina mundial, o la financiación del terrorismo.

Por otro lado, la UE plantea ayudar a reformar el sistema electoral del país y desarrollar un diálogo sobre Derechos Humanos con Afganistán así como apoyar medidas adicionales para combatir la violencia contra las mujeres y garantizar la protección de los menores. En cuanto al desarrollo socioeconómico del país, la inversión europea será destinada a reforzar la economía rural y la agricultura como motores principales de empleo además de la necesaria reforma de ciertos sectores claves como la minería.

GRANDES AVANCES DESDE 2002

Pese a los problemas de corrupción y violencia que siguen asolando el país, la situación social del país ha mejorado gracias a la ayuda europea. Desde 2002, la Unión Europea ha proporcionado 3.66 mil millones de euros en ayuda al desarrollo y humanitaria, convirtiéndose en el mayor beneficiario de la ayuda al desarrollo de la UE.

En estos 13 años, el acceso a la educación primaria ha pasado del 9% al 57%, lo que se traduce en más de ocho millones de estudiantes matriculados en escuelas, un 39% niñas. Además, las inversiones en infraestructuras y carreteras en todo el territorio han reducido el tiempo de viaje entre los principales centros regionales en un 75%. Sin embargo, el alto índice poblacional que vive por debajo del umbral de la pobreza, 39%, y el analfabetismo, sólo el 26% de la población sabe leer y escribir, hace necesaria la implementación de este nuevo plan de medidas.