La Comisión Europea incrementó ayer la presión sobre el Gobierno conservador húngaro por la polémica ley sobre los medios de comunicación, que entró en vigor el pasado 1 de enero y que plantea serias dudas sobre su compatibilidad con el respeto de la libertad de expresión y los principios fundamentales de la Unión Europea (UE). El Ejecutivo comunitario advirtió públicamente a las autoridades húngaras de que no vacilará en abrir un expediente por infracción al derecho europeo si se confirman sus "dudas" sobre la legalidad de la ley de prensa. El hecho de que Hungría asuma durante el actual semestre la responsabilidad de gestionar la UE "no tendrá ninguna incidencia", subrayó el portavoz comunitario.

La Comisión Europea cuestiona la independencia del nuevo órgano supervisor de los medios de comunicación y las restricciones a la libertad de información que puede imponer amparándose en "perjuicio del interés público, el orden público y la moral" o la divulgación de "informaciones parciales". La ley húngara permite imponer elevadas multas a los medios de comunicación y le autoriza a obligar a los periodistas a revelar sus fuentes de información.

La eurocomisaria Neelie Kroes se entrevistará mañana en Budapest con el ministro húngaro de telecomunicaciones para discutir sobre la controvertida ley. La cuestión volverá a ser abordada por el Ejecutivo comunitario en su reunión plenaria con el Gobierno húngaro el viernes, y marcará el arranque político del semestre a nivel europeo.