La cumbre de Bruselas concluyó ayer con una reafirmación pública de los líderes de la Unión Europea (UE) de su voluntad de continuar adelante con el desarrollo de una política de defensa autónoma, pese a las crecientes presiones en contra de Washington. Los jefes de Estado y de Gobierno, no obstante, insistieron en que el desarrollo de las nuevas capacidades militares europeas no pretende dañar a la OTAN, para tranquilizar los temores de Estados Unidos.

"Existe una unanimidad absoluta sobre la necesidad de dotar a la UE de una política apropiada de defensa", que será "complementaria" de la OTAN, afirmó el primer ministro italiano y presidente semestral de la UE, Silvio Berlusconi. "La UE no podrá afirmarse en la escena internacional sin el apoyo de una fuerza militar adecuada", añadió Berlusconi.

IMPULSO FRANCES

"Europa no existirá si no tiene su propia capacidad de defensa", destacó el presidente francés, Jacques Chirac, uno de los impulsores de la autonomía militar europea, con Alemania y Bélgica.

Ante las reservas de los pequeños países y los estados neutrales, Francia y Alemania garantizaron que los futuros procesos de integración militar que emprendan el grupo de países de vanguardia estarán abiertos a la participación de los demás.

Las presiones norteamericanas sobre Londres, sin embargo, impidieron que se avanzara hacia la creación de un cuartel general europeo operativo y de planificación, propuesto por Francia, Alemania y Bélgica. Chirac se mostró comprensivo hacia "los problemas" que plantea a Gran Bretaña la creación de ese cuartel general y expresó su disposición a dar más tiempo a Londres para sumarse a la iniciativa. Pero Chirac anunció que Francia, Alemania y Bélgica están "decididos a proseguir con la creación" de ese mando militar europeo.

La cumbre de Bruselas mostró la solidez ejemplar del eje franco-alemán, como resucitado motor de la integración europea. En los debates de ayer, Chirac actuó como portavoz del canciller Gerhard Schröder, quien tuvo que volver a Alemania para asegurarse el respaldo político a sus controvertidas reformas sociales.

DISCREPANCIAS

Alrededor de Francia y Alemania se han agrupado los países que defienden el proyecto de Constitución elaborado por la Convención. El proyecto es cuestionado en puntos esenciales y por motivos diferentes por España, Austria, Finlandia, Polonia y otros nueve futuros miembros. Esas diferencias no permitieron avanzar en la reforma institucional.

Berlusconi instó a los países reticentes "a aceptar algún sacrificio" e insistió en que "el interés europeo está por encima de los intereses individuales". Berlusconi anunció que se entrevistará con José María Aznar y con el primer ministro polaco, Leszek Miller, para buscar una solución ante su rechazo a simplificar el sistema de votación. Pero advirtió de que la propuesta de compromiso global sobre la Constitución que presentará en noviembre "no será un proyecto a la baja".

CONTROL DE LA INMIGRACION

El Consejo Europeo aprobó ayer la creación de un centro de gestión de fronteras aéreas y dos centros para el control de las fronteras marítimas con el fin de reforzar la lucha contra la inmigración ilegal. Uno de los centros marítimos estará en Algeciras y el otro en la costa griega.

Los líderes europeos también respaldaron la propuesta de crear un organismo para la gestión de las fronteras exteriores que sirva para mejorar la cooperación europea. Pero la propuesta de Italia de crear un cupo europeo de inmigrantes fue rechazada.