El futuro político de Israel quedó ayer más claro tras el resultado de las elecciones del 10 de febrero. El candidato derechista del Likud, Binyamin Netanyahu, tiene ya la mayoría de apoyos para formar Gobierno. Como se esperaba, el factor desequilibrante ha sido Avigdor Lieberman. El ultra moldavo recomendó a Netanyahu ante el presidente Shimon Peres en la segunda jornada de consultas previas a la designación del candidato. La ministra de Exteriores y jefa de Kadima, Tzipi Livni, no ha recibido respaldo.

La última palabra la tiene Peres. Entre hoy y el domingo se espera que diga el nombre del encargado de formar Gobierno. Netanyahu tiene el apoyo de los ultraortodoxos del Shas, los colonos de La Casa Judía y Unión Nacional y la extrema derecha laica de Lieberman. En total son 65 escaños, 4 más de los necesarios para la mayoría absoluta.