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Los ministros de Asuntos Exteriores de la Unión Europea (UE), la Comisión Europea y el Parlamento Europeo aplaudieron ayer la mayoritaria aprobación en las urnas de la reforma constitucional de Turquía, pero se mostraron cautos sobre su impacto en las bloqueadas negociaciones de adhesión de este país a la UE e insistieron en que Ankara necesita emprender aún más reformas para despejar su camino hacia la integración.

La división de los Veintisiete sobre el mensaje que transmitir a Turquía, y sobre la propia eventual adhesión del país a la UE, llevó a los ministros de Exteriores reunidos en Bruselas a trasladar a los líderes la responsabilidad de emitir una valoración común durante la cumbre europea del próximo jueves.

Mientras los países más partidarios de la adhesión, como España, Suecia y el Reino Unido, consideraban el resultado del referendo un avance muy importante, los más reticentes, como Francia, Alemania y Austria, se mostraban mucho más reservados. Para España, el referendo constituye "una señal clara de la vocación europeísta de Turquía", destacó el titular de Exteriores, Miguel Angel Moratinos.

PRUDENCIA "El referendo abre la puerta europea, porque prepara el terreno para una evolución más abierta y democrática del país", destacó el ministro sueco de Exteriores, Carl Bildt, aunque advirtió que llevará tiempo preparar esa eventual adhesión. Alemania indicó que se trata de un "paso suplementario importante en el camino de Turquía hacia Europa", pero el ministro de Exteriores, Guido Westerwelle, está más abierto a la adhesión que la cancillera Angela Merkel, que se alinea con el presidente francés, Nicolas Sarkozy, en defender una relación especial de la UE y Turquía, pero sin que llegue a ser miembro.

Incluso la Comisión Europea, en teoría favorable a la adhesión, subrayó que el referendo debe ir seguido de "otras muchas reformas en el ámbito de las libertades individuales y los derechos fundamentales". El contencioso sobre Chipre mantiene bloqueada la apertura de 18 capítulos clave de los 35 que componen el tratado de adhesión, y ya solo quedan tres capítulos cuya negociación pueda abrirse en el futuro sin un compromiso sobre la isla.

SILENCIO MILITAR Por el momento, los militares, principales perdedores del referendo, permanecen callados. Y no puede ser de otra forma, ya que las reformas de los últimos años han reducido su poder. Quien sí habló fue la alta magistratura, que ve aumentar el peso del Parlamento en la elección de sus órganos. "Hemos dado un paso atrás en la independencia judicial", dijo Kadir zbek, vicepresidente del Consejo Superior de Jueces y Fiscales.

La otra lectura de los resultados se halla en el Kurdistán: los nacionalistas kurdos se han revelado muy importantes en sus bastiones, pero no decisivos en el conjunto de Turquía. Por ello, el líder del Partido de la Paz y la Democracia (BDP), Selahattin Demirtas, tendió la mano al primer ministro para cooperar en la solución del conflicto: "Si queremos que siga el alto el fuego del PKK (declarado por el referendo) el Gobierno debe hacer algo".