La Unión Europea (UE) desarrollará una estrategia para mantener alejados de las fronteras europeas a los solicitantes de asilo y a los inmigrantes económicos clandestinos, mediante una política de control en las zonas de origen o de tránsito, según las líneas de actuación consensuadas ayer al concluir el Consejo informal de Ministros de Justicia e Interior europeo en Luxemburgo. Las polémicas ideas iniciales de otoño de crear campos de inmigrantes en el norte de Africa se han reconducido hacia una estrategia de presentación pública menos conflictiva que permita alcanzar los mismos resultados.

El objetivo de la UE es yugular los crecientes flujos de inmigración ilegal y la inmigración económica que se camufla tras las demandas de asilo, mediante el mantenimiento de esas personas en la región de su entorno o en los países que utilizan de tránsito. Para ello, la UE ofrecerá a esos países ayuda económica y financiera, y asistencia administrativa y técnica.

Los ministros europeos insistieron en que es mucho más eficaz y económico ayudar a los refugiados en sus regiones de origen que en el territorio europeo. "El coste de un refugiado en la UE equivale a la protección de 100 personas en la región de origen", precisó el ministro danés de Inmigración, Bertel Haarder. "Es mucho más barato ayudarles en su zona de origen", insistió el ministro alemán del Interior, Otto Schily.

MENOR COSTE "Podemos actuar desde el principio o esperar a que el problema llegue a nuestras fronteras", dijo el secretario de Estado de Seguridad español, Antonio Camacho. España defendió durante la reunión una política de apoyo económico, financiero e institucional a los países que sirven de tránsito a refugiados e inmigrantes ilegales para que esas personas permanezcan allí, "con un nivel de seguridad y de vida adecuados para que no viajen a la UE".

La Comisión Europea presentará antes del verano unos primeros proyectos piloto en los países de tránsito en el norte y centro de Africa y al este de Europa, en cooperación con el Alto Comisionado de la ONU para los Refugiados, Rudd Lubbers, para intentar reducir los flujos migratorios hacia la UE, según anunció el comisario de Justicia, Libertad y Seguridad, Franco Frattini. "Hay que lograr un equilibrio adecuado entre la solidaridad y la seguridad en la UE", recalcó Frattini.

Para mostrar que la UE no se desentiende de los refugiados, el Ejecutivo comunitario preparará también unos programas piloto para la reinstalación de un número limitado de personas en los países europeos que lo acepten de forma voluntaria.