Europa desfiló ayer unida por primera vez en los Campos Elíseos de París con motivo de la fiesta nacional francesa. Fue el signo principal que el presidente de la República, Nicolas Sarkozy, imprimió a la conmemoración. El presidente quiso que su primer 14 de julio, aniversario de la Revolución francesa, fuera diferente. Llegó en un vehículo militar descubierto, pero pronto rompió el protocolo, bajó del vehículo y atravesó la avenida para saludar al público, besar niños y mostrar la felicidad que le embarga, cuando tiene una popularidad del 64%.

Contempló después el paso de la escuadrilla de aviones Alphajet, que dibujaron la bandera tricolor, y encabezó el desfile, que se inició y se cerró bajo el signo de Europa. Eduardo Gomes, un oficial portugués, país que preside la UE, abrió la parada con la bandera azul europea de las 12 estrellas doradas. Detrás avanzaron, en forma de V, los portaestandartes de los 27 países de la UE. En total, junto a los 4.224 militares franceses, marcharon 838 soldados europeos, entre ellos 40 legionarios españoles del Tercio Juan de Austria Tercero, con base en Vaitor (Almería).

El desfile se cerró con el europeo Himno de la alegría, cantado por los Pequeños Cantores de la Cruz de Madera, que también interpretaron La Marsellesa y el Canto de los partisanos de la Resistencia contra los nazis. Uno de los niños leyó un texto de Robert Schuman, fundador de la UE.

"MAGNIFICO GESTO" Sarkozy se rodeó de las máximas autoridades europeas: el presidente de turno y primer ministro portugués, José Sócrates; el presidente del Parlamento Europeo, Hans Gert Pöttering; el presidente de la Comisión Europea, José Manuel Durao Barroso, y el alto representante para la política exterior y de seguridad, Javier Solana. Durao calificó el "gesto" de Sarkozy de "magnífico". "Es más que un símbolo para Europa y un mensaje fuerte. Europa solo podrá defenderse unida", dijo.