El primer ministro británico, Tony Blair, reiteró anoche su decisión --anunciada por la mañana-- de convocar elecciones para Irlanda del Norte el 26 de noviembre, después de que el cuidadoso plan para restablecer la autonomía en la provincia amenazara con un nuevo fiasco. "Las elecciones se realizarán, pero depende de la atmósfera que haya", declaró anoche Blair, quien expresó su "absoluta confianza" en que el IRA cesará la violencia. Los unionistas habían desbaratado horas antes los planes de Blair y de su homólogo irlandés, Bertie Ahern, que habían viajado ayer a Belfast para sellar el acuerdo, acompañado por otro anuncio de desarme del IRA.

La jornada se anunciaba triunfal, pero concluyó con el proceso en suspenso por tiempo indefinido, lo que puede implicar incluso la anulación de los comicios fijados por la mañana. "Finalmente es mejor dedicar un poco más de tiempo extra para hacer las cosas bien, porque estamos muy, muy cerca de lo que va a ser un día histórico para Irlanda del Norte", explicó Blair, bastante ojeroso, en una embarazosa y primera rueda de prensa con Ahern, en la que no hubo turno para preguntas.

ANUNCIO POLEMICO

El hundimiento del programa previsto se produjo, a pesar de que el IRA había llevado a cabo un tercer acto de desarme, "el mayor de los realizados hasta ahora", como señaló el presidente de la Comisión Internacional de Desarme John de Chastelain. El exgeneral canadiense no pudo especificar la cantidad eliminada, porque el IRA se lo había prohibido, pero subrayó que "era suficiente para causar pérdidas masivas de vidas". También dejó claro que el IRA aún tiene arsenales.

La ambigüedad no convenció a la comunidad protestante. El líder de los Unionistas del Ulster, David Trimble, denunció la falta de transparencia del desarme. Trimble criticó a Chastelain por haber "fracasado" en su misión de "crear la confianza necesaria", en el proceso de paz y anunció que quedaba "en suspenso" el retorno del Gobierno autónomo al Parlamento de Stormont.

"Habíamos dejado muy claro que lo que necesitábamos era un informe claro y transparente, que pudiera tener un impacto significativo en la opinión pública", declaró el líder unionista. Trimble, que llevaba meses negociando el desbloqueo de la situación con el líder del Sinn Féin, Gerry Adams, esperaba que el anuncio pudiera convencer a sus votantes.

LO DE SIEMPRE

Adams, sin embargo, había utilizado en su intervención a primera hora términos ya escuchados antes. "El Sinn Féin quiere ver todas las armas fuera de la sociedad irlandesa. Nosotros nos oponemos al uso de la fuerza para cualquier propósito político", afirmó.

A cambio de la disolución del IRA, el Gobierno de Londres se había comprometido a otorgar al Parlamento, por primera vez, competencias en materia de policía y justicia, así como el desmantelamiento de las bases militares británicas en la provincia.