"Notifíquese, hoy comienza la ofensiva". La advertencia lanzada a la presidenta chilena Michelle Bachelet fue inequívoca. Pero los estudiantes de secundaria y universitarios decidieron ir más lejos que el mensaje inscrito en una bandera. El movimiento radicalizó su protesta e irrumpió en el mismísimo Palacio de la Moneda, haciéndose pasar por turistas.

El movimiento estudiantil tiene una fuerte capacidad de movilización en Chile. Ejerció una persistente oposición al presidente Sebastián Piñera. Bachelet los tuvo como aliados inestables en la campaña electoral. La ruptura definitiva se consumó en los últimos meses.

"Se vulneró la seguridad: no está bien lo que ocurrió", dijo el ministro del Interior, Jorge Burgos. Cuando llegaron al patio de la sede del poder Ejecutivo, la policía militarizada no destacó por su amabilidad hacia los jóvenes. Las escenas violentas de esa naturaleza no tenían precedentes en estos 25 años de post dictadura.

El portavoz de la confederación estudiantil (Confech), Gabriel Iturra, dijo que la “ofensiva” trata de mostrarle a Bachelet los problemas del sector “en su propia casa”, y así “evitar que se entere por la prensa”. Más tarde, la Asamblea Coordinadora de Estudiantes (ACES) justificó la acción y repudió la reacción policial.

"CHILE SE CANSÓ"

“Con el fortalecimiento del sistema mixto en educación, la privatización de nuestra salud, la contaminación de nuestros mares en manos de salmoneras y la corrupción, hemos decidido notificar a la presidenta, en su casa, para que no se entere por la prensa, que fracasaron y Chile se cansó de esperar”, dijo el portavoz estudiantil.

Para la coordinadora estudiantil, la gestión de Nueva Mayoría, la coalición que integra a socialistas, comunistas y demócrata cristianos, solo ha favorecido a los empresarios. Por eso, los estudiantes “pusimos un ultimátum”. Sin embargo, el pasado 21 de mayo, durante su mensaje al país desde el Congreso, Bachelet “decidió excluir las demandas más sentidas por el pueblo. Los estudiantes nos cansamos, las familias chilenas se cansaron, Chile se cansó”.