Otra vez son diez los supuestos integrantes de la red de espionaje ruso en Estados Unidos que ya están en manos de las autoridades. Christopher Metsos, el hombre de nacionalidad canadiense al que EEUU identifica como supuesto líder de la trama y que fue arrestado el martes en el aeropuerto de Larnaca, en Chipre, se encuentra en paradero desconocido después de haber quedado en libertad bajo fianza.

Metsos, que fue arrestado con una orden de la Interpol y que debía ser extraditado a Estados Unidos, no se ha presentado hoy ante la policía chipriota, una comparecencia a la que obligaban las condiciones de la fianza. Chipre ha anunciado que emitirá una orden de arresto y el abogado de Metsos en Chipre, Michalis Papathanasiou, ha declarado a la agencia Bloomberg que ha sabido de la desaparición de su cliente por la prensa. "No he tenido contacto directo con mi cliente hoy y ayer me dijo que tenía intención de presentarse ante la policía", ha explicado el letrado.

INFILTRADOS EN CENTROS DE PODER

Según el FBI, que ha pasado al menos siete años investigando la supuesta red de espionaje, Metsos es el hombre que se encargaba de mover el dinero para pagar a los agentes encubiertos en Estados Unidos, cuyo objetivo era "americanizarse" y conseguir información y contactos en círculos de tomas de decisiones políticas para facilitárselos luego a SVR (una agencia sucesora del KGB) y facilitar el reclutamiento de espías.

Las diez personas que fueron detenidas el fin de semana en EEUU se encuentran en dos centros de detenciones en Nueva York (los cinco hombres en uno y las cinco mujeres en otro) ya que se les negó la posibilidad de salir en régimen de libertad bajo fianza.