Ocurrió después de que otro hombre buscado por las autoridades intentara asesinar al viceministro del Interior, el príncipe Mohamed bin Nayef. El príncipe Mohamed, quien es también el máximo responsable de la lucha antiterrorista en Arabia Saudí e hijo de quien se cree será el próximo príncipe heredero, salió ileso el pasado jueves del atentado suicida perpetrado en su oficina privada de la ciudad de Yedá, en el mar Rojo. La única víctima del atentado fue el miliciano, que había insistido en un encuentro con el príncipe para anunciar que se entregaba a las autoridades.

Aun así, según un comunicado publicado por la agencia de noticias oficial SPA, Al Otaibi se entregó después de haber contactado con su familia para que le ayudasen a "regresar al hogar". "Su vuelta fue arreglada y facilitada así como una reunión con su familia poco antes de su regreso al reino", indica el texto. Al Otaibi se encontraba en la lista de los 85 milicianos saudíes más buscados en el exterior, a los que las autoridades del país han instado a rendirse y "regresar a la vida normal". El miliciano entró en Arabia Saudí la semana pasada tras afirmar al Ministerio del Interior que quería entregarse.