Los sueños de perpetuidad de Alvaro Uribe están más cerca de ser reales. La Cámara de Representantes aprobó ayer la convocatoria a una consulta en la que los colombianos deberán pronunciarse sobre la posibilidad de una segunda reelección del presidente conservador, vedada de momento por la Carta Magna. El mismo Uribe debe sancionar la ley que tuvo el sí de 85 legisladores y apenas cinco votos en contra. El Partido Liberal y el Polo Democrático Alternativo se retiraron del recinto antes de votar. Ahora le toca a la Corte Constitucional examinar en detalle la norma.

El uribismo estima que el dictamen se conocerá en diciembre. Si los plazos se cumplen, el referendo se celebrará en marzo. Las presidenciales, en tanto, se realizarían el 30 de mayo. Uribe suele decir que tiene una "encrucijada en el alma". De un lado, se muestra ambiguo sobre su eventual continuidad. Pero, al mismo tiempo, habilita a sus "gladiadores" a expresar esos anhelos.

EQUILIBRIO LEGAL Con ese tono exaltado fue con el que la coalición del partido gobernante defendió en la Cámara el derecho a una nueva reelección. Los portavoces más encendidos señalaron que el Congreso no puede ir contra la "voluntad popular", ya expresada en siete millones de firmas que respaldan el derecho a un tercer periodo presidencial.

Según el portal de la revista Semana , de nada valieron los argumentos de la oposición. El proyecto, remarcó, no cumple con los requisitos legales y rompe el equilibrio de poderes. La votación se llevó a cabo en medio de acusaciones al Gobierno de ofrecer prebendas y de comprar votos para sacar adelante la iniciativa. "Los congresistas podrían terminar en la cárcel en caso de haber recibido prebendas para apoyar la consulta", recordó Semana . "El mejor ejemplo de lo que puede pasar es Venezuela", previno Germán Varón Cotrino, de Cambio Radical. "El régimen de Chávez, que tanta urticaria les produce, también ha acudido al referendo para mantener a su dictador", dijo el liberal Guillermo Rivera. Ecuador y Bolivia también llamaron a sendas consultas para cambiar la Constitución y habilitar la reelección de sus presidentes Rafael Correa y Evo Morales.

El Congreso que ha dado la luz verde a la segunda reelección es el más desprestigiado de la historia colombiana: 82 de sus 268 miembros están bajo proceso o en la cárcel por el escándalo de la parapolítica, como se conoce la vinculación de los legisladores con bandas paramilitares de derechas. Asimismo, la permanencia de Uribe en la Casa Nariño no es ajena al fortalecimiento de la alianza militar de Bogotá con EEUU, que permitirá la instalación de siete bases.