El presidente de Colombia, Álvaro Uribe, anunció hoy la creación de una "zona de encuentro" para definir un acuerdo humanitario con las FARC que conduzca a la puesta en libertad de secuestrados por esa guerrilla. El presidente dispuso la creación de un fondo de cien millones de dólares para pagar recompensas a rebeldes que liberen rehenes.

Agregó que la iniciativa responde a una propuesta formal de la Iglesia Católica y de la Comisión Nacional de Conciliación que recibió "esta mañana" y que "el Gobierno manifiesta la disposición de aceptar" por razones humanitarias. "Esta mañana recibí formalmente una propuesta de la Iglesia Católica, de la Conferencia Episcopal y de la Comisión Nacional de Conciliación (CCN) para que el gobierno acepte una zona de encuentro. El gobierno la había aceptado cuando la propusieron delegados europeos", señaló Uribe.

Agregó que, "ahora la Iglesia Católica y Comisión Nacional de Conciliación nos proponen una zona de encuentro. El gobierno manifiesta la disposición de aceptar", dijo Uribe. Esa "zona de encuentro", de la que señaló debe estar ubicada en un espacio rural y tendrá un tiempo limitado, fue aceptada por el gobernante "por razones humanitarias".

Uribe hizo el anuncio que abre una vía para hallar solución al drama de los secuestrados de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia FARC), al intervenir en una graduación de generales de la Policía en Bogotá. El presidente colombiano recordó como su gobierno ha hecho "todos los esfuerzos" y que las "respuestas de las FARC (fueron): asesinatos y mentiras".

Las FARC tienen en su poder a la ex candidata presidencial Ingrid Betancourt, que tiene también nacionalidad francesa, a tres estadounidenses contratistas del Pentágono, y a decenas de políticos, soldados y policías que pretenden intercambiar por unos 500 de sus guerrilleros presos.

El gobierno colombiano, que hasta ahora se había opuesto a aceptar retiro de tropas, no lo hará en esta ocasión, pues según Uribe, ese territorio de encuentro que tenderá alrededor de 150 kilómetros cuadrados, y se localizaría en "una zona rural donde no haya puestos militares ni policiales que sea necesario remover". Esa zona, asimismo, agregó Uribe, será "preferiblemente, sin población civil o con muy poca, para no crear riesgos" a los habitantes.

Asimismo, anunció, que "tendría la presencia de observadores internacionales", y advirtió que, "allí los presentes, para definir el intercambio humanitario, no deberían estar armados". Reveló también que ha autorizado al comisionado para la Paz, Luis Carlos Restrepo, para que con la Conferencia Episcopal de Colombia de la Iglesia Católica, busque la manera de juntarse con las FARC y dentro del marco expresado encontrar la zona indicada".

Sobre las recompensas, precisó que el ministro de Defensa, Juan Manuel Santos, "ha definido un presupuesto de cien millones de dólares para estimular desmovilizaciones de grupos de las FARC que traigan secuestrados y los liberen". Recordó que en su gobierno "hemos desmovilizado 46.0000 integrantes de los grupos terroristas y ellos son testigos que nuestro proceso de reinserción es un proceso difícil pero que finalmente será motivo de orgullo para Colombia".

Indicó, asimismo, que "el gobierno tiene que hacer el esfuerzo de liberar a los secuestrados, pero también el deber de proteger" a todos los ciudadanos". Por ello, subrayó, "por el estado en que se encuentran las personas (secuestradas) (...) en esta hora de dolor los colombianos, no podemos caer en la trampa de ser idiotas útiles del terrorismo" e instó a que "tenemos que ser soldados firmes, policías firmes, de la derrota del terrorismo".