Las elecciones municipales celebradas el domingo en Colombia dejaron un panorama político dividido. Así, en Bogotá, venció el exsenador izquierdista Samuel Moreno Rojas, del Polo Democrático Alternativo (PDA), la primera vez que una formación de la izquierda logra dos mandatos consecutivos en la capital, cuya alcaldía constituye el segundo cargo político de mayor importancia en el país. Mientras, en el resto de Colombia, la coalición conservadora del presidente Alvaro Uribe fue mayoritaria.

Más de 27 millones de colombianos estaban convocados a la urnas para elegir alcaldes de capitales y municipios, gobernadores, diputados de asambleas y ediles de concejos municipales, en unas elecciones regionales consideradas decisivas para diseñar el mapa político que regirá los destinos de Colombia en los próximos años. También para medir la fuerza en las urnas de los grupos armados ilegales, de izquierda y de derecha y, para definir las fuerzas políticas que disputarán la presidencia de Colombia en el 2010. De las 1.098 alcaldías elegidas el domingo, los candidatos de la coalición conservadora obtuvieron 694, mientras que el Partido Liberal obtuvo 207 y la oposición izquierdista del PDA, 20.

La coalición política que respalda a Uribe logró el mayor número de gobiernos departamentales, 17 de 32, además de las alcaldías de 13 capitales. El legendario Partido Conservador, que también apoya al presidente, obtuvo cinco provincias y cinco alcaldías de capital. El resto de la victoria de Uribe estuvo representada en partidos como Alas Equipo Colombia y Convergencia Ciudadana, a los que se acusa de vínculos con grupos paramilitares.

La izquierda no pudo extender el éxito de Bogotá al resto del país. "Solo ganó el departamento de Nariño, en el sur, lo que no la consolida como una fuerza de poder para disputar las presidenciales del 2010", estimó el analista Francisco Leal.

Uribe no proclamó su victoria, probablemente por la contundente derrota que sufrió en las alcaldías de Bogotá, Medellín y Cali. Especialmente dolorosa fue la victoria en Bogotá de Moreno Rojas, a quien el presidente se había opuesto. En Medellín, venció Alonso Salazar, un premio Planeta de Periodismo que se presentaba como candidato de la izquierdista Alianza Social Indígena. En Cali ganó Iván Ospina, hijo de un exguerrillero.

CONTINUISMO "El mapa político resultante es poco alentador; venció el continuismo: Uribe y los principales caciques. Lo único que resta es que la sociedad y las autoridades extremen la vigilancia sobre los electos y denuncien irregularidades", dijo el analista León Valencia. En los comicios se ha evidenciado la violencia, la intimidación de grupos armados ilegales, la corrupción y la compra de votos.