Los diputados de los grupos socialista, liberal, verde y de la izquierda unitaria del Parlamento Europeo criticaron ayer con extrema dureza a Francia por las expulsiones masivas de gitanos y a la Comisión Europea por su "pasividad escandalosa" ante lo que consideran una violación flagrante del derecho europeo a la no discriminación.

En un acalorado debate sobre la situación de los gitanos en la Eurocámara, el grupo popular y los conservadores euroescépticos respaldaron la actuación del Gobierno francés y acusaron a sus detractores de "manipulación política" y "oportunismo". Por su parte, los diputados eurófobos y la extrema derecha subrayaron que esos problemas con la población gitana son fruto de los tratados europeos y de la libre circulación de personas.

Pese a las reiteradas demandas de la mayoría de los eurodiputados, la Comisión Europea no quiso responder a la sencilla pregunta de si Francia había o no vulnerado el derecho europeo con las expulsiones de gitanos iniciadas en agosto. La comisaria de Justicia, Viviane Reding, solo apuntó que Francia "podría no haber respetado todas las garantías procesales" y que se está aún verificando la situación.

Ya por la mañana, el presidente de la Comisión Europea, el conservador José Manuel Durao Barroso, evitó la más mínima crítica a Francia durante el debate en el hemiciclo sobre el estado de la UE, en su línea habitual de no incomodar a los países más poderosos. La actitud sumisa de Barroso, que pidió "no politizar" la cuestión y tener en cuenta el tema de la inseguridad, desencadenó una primera ola de críticas entre los socialistas, liberales, verdes y la izquierda unitaria.

DECEPCION Por la tarde, Reding prácticamente avaló la actuación de Francia al declararse satisfecha por las explicaciones y garantías aportadas por el Gobierno francés de que no se trata de medidas colectivas contra la comunidad gitana. El socialista Hannes Swoboda calificó de "decepcionante" y "escandalosa" la actitud de Reding, mientras que la liberal Renata Weber denunció el "silencio" de la Comisión Europea. "No niegue la realidad", reprochó a la comisaria la diputada verde Hélène Flautre. La liberal Sophia In´t Veld y otros eurodiputados criticaron que la Comisión se preocupe más del respeto de las normas del mercado interior que de los derechos fundamentales.

Francia, por su parte, fue acusada de utilizar a los gitanos como chivo expiatorio por motivos electorales ante la caída de popularidad en las encuestas del presidente Nicolas Sarkozy.