Los vecinos de L' Aquila, capital de la región de Los Abruzos, han despertado hoy en coches y tiendas de campaña en los que han pasado la noche más larga, y al despertar han salido en busca de parientes y amigos de los que todavía no tienen noticias tras el devastador terremoto que sacudió el centro de Italia ayer. Los medios oficiales hablan de que el saldo provisional del seísmo es de 179 muertos, 34 desaparecidos, 1.500 heridos y 17.000 personas sin hogar.

La gente se concentra en el campo de atletismo de la ciudad para preguntar sobre el paradero de familiares y amigos, con tono de preocupación y evitando preguntas de periodistas. Muchos evacuados se dirigen al hospital de campaña y otros a una furgoneta donde se ha instalado improvisadamente el centro de registro de los refugiados, ante el que se forman largas colas para comprobar listados.

Fuentes de los servicios de emergencia han declarado que todavía no se ha realizado el recuento definitivo de los evacuados que han dormido en las tiendas de campaña, ni tampoco se sabe cuántas personas han pasado la noche en el coche. Tampoco se sabe cuántas personas se han trasladado a Pescara, a 100 kilómetros de L'Aquila, a dormir en los hoteles de turistas del Adriático.

Hallados nuevos cadáveres

Mientras tanto, los servicios de emergencia distribuyen el desayuno. Las tiendas con una capacidad para ocho personas, apenas protegen del frío. Durante la noche se han seguido produciendo réplicas del terremoto de 5,8 grados en la escala de Richter que sacudió ayer la región de los Abruzos y cuyo epicentro se localizó a unos 100 kilómetros de Roma.

Uno de los momentos más tensos de la noche se ha producido a las 1.15 horas, cuando se ha registrado la réplica más prolongada, con una magnitud de 4,8 grados en la escala de Richter, que ha despertado a los refugiados e interrumpido las tareas de rescate. Otra réplica se ha producido minutos antes de la medianoche y ha alcanzado los 3,8 grados.

En L'Aquila la cifra de víctimas sigue en aumento y los cadáveres de dos jóvenes han sido rescatados de los escombros de un colegio mayor de la localidad. Apenas 23 horas después del seísmo, las fuerzas de socorro han rescatado rescataron a las dos de la madrugada a Marta Valente, una joven que permanecía bloqueada en los restos de un inmueble de cuatro pisos que se había desplomado.

La fortuna de Valente

Valente es una estudiante de la provincia de Teramo que debe su vida a un golpe de fortuna, ya que cuando se derrumbó el bloque en el que estaba durmiendo, varios grandes pedazos de cemento armado interrumpieron su caída a pocos centímetros de su cuerpo.

Unos 850 militares ya se han desplegado en la región de Abruzzo para trabajar en las tareas de rescate. El Ejército ha proporcionado 105 tiendas, 1.500 mantas y 1.400 camas de campaña, además de 13 excavadoras, una cisterna y torres de iluminación. Las fuerzas de seguridad han detenido a varias personas por presuntos saqueos en las zonas del desastre.

El príncipe Manuel Filiberto de Saboya ha llegado a la ciudad a las ocho de la mañana en solidaridad con las víctimas del terremoto. Según los últimos datos, el número de muertos asciende ya a 179 en la zona que rodea al epicentro del terremoto y los medios italianos informan de 40 muertos todavía sin identificar, 34 desaparecidos, 1.500 heridos y 17.000 personas sin hogar.