La Comisión Europea y diferentes países de la Unión Europea (UE) urgieron ayer al nuevo Gobierno turco a acelerar el proceso de reformas políticas y socioeconómicas para acercar el país a la UE. No obstante, Francia reiteró su posición de que el objetivo final debe ser lograr una "asociación privilegiada" y no la plena adhesión a la UE que pretende Ankara.

"Es esencial que el nuevo Gobierno reactive las reformas económicas y legales con la máxima determinación y con resultados concretos", declaró el comisario responsable de la Ampliación de la UE, Olli Rhen. "Necesitamos ver progresos concretos en libertades tan fundamentales como la de expresión y la de culto", afirmó. Rehn precisó que esos progresos han de llegar antes de noviembre, para reactivar las semiparalizadas negociaciones de adhesión.

VALORES EUROPEOS Austria, país reticente a la adhesión de Turquía, también reclamó a partir de ahora "un mayor impulso y ambición en las reformas". "Todos deseamos una Turquía moderna, dinámica y exitosa, que viva según los valores europeos y los aplique cotidianamente", comentó la ministra austriaca de Asuntos Exteriores, Ursula Plassnik. Gran Bretaña y Suecia, más proclives a la adhesión de Turquía, expresaron su satisfacción por la promesa de los vencedores de profundizar en la democracia y en las reformas del país.