Una alta participación ciudadana marcó las elecciones legislativas de ayer en Venezuela. A las tres de la tarde (hora local), cuando aún faltaban tres horas para el cierre de las mesas de votación, ya habían votado cerca del 55% de los electores, según datos extraoficiales, y se proyectaba una participación cercana al 70%, algo más de 12 millones de votantes. De confirmarse esta tendencia se trataría de uno de los comicios con menor abstención de la última década, solo por detrás de las elecciones presidenciales del 2006.

La elevada afluencia de electores tendría su explicación en el hecho de que estos comicios fueron planteados por el Gobierno del presidente Hugo Chávez como un plebiscito en torno a su figura y a su proyecto político. Al mismo tiempo, significan el retorno de la oposición al Parlamento tras una ausencia de cinco años, ocasionada por su decisión de no participar en las elecciones del 2005 con el argumento de que el Consejo Nacional Electoral no ofrecía suficientes garantías acerca de la pulcritud del proceso.

Hasta el cierre de esta edición, la jornada había transcurrido en calma y con relativa celeridad, si se toma en consideración que los votantes debían hacer múltiples selecciones, pues debían elegir no solo a sus candidatos favoritos a la Asamblea Nacional, a través de un voto nominal y otro por lista cerrada, sino además a los diputados al Parlamento Latinoamericano.

Uno de los incidentes más destacables de la jornada electoral, la decimosexta desde que Hugo Chávez llegó a la presidencia, fue la presencia de grupos de motorizados partidarios del oficialismo, así como la instalación de toldos rojos (el color que identifica a los seguidores de Chávez) en los aledaños de los centros de votación en varias regiones del país, según denuncias de la ONG Ciudadanía Activa.

MOTORISTAS DETENIDOS El jefe del Comando Estratégico Operacional de la Fuerza Armada de Venezuela, Henry Rangel Silva, aseguró que efectivos militares --responsables de vigilar la seguridad durante los comicios-- habían detenido a cuatro grupos de motoristas en las ciudades de Caracas, Maracay, Valencia y Maracaibo, al ser vistos alterando el orden público en torno a los centros electorales. Según explicó Rangel, los motoristas no ofrecieron resistencia en el momento de ser conducidos a la sede de los comandos militares.

El ministro de Defensa, Carlos Mata Figueroa, informó del fallecimiento de una votante, quien se desmayó en la cola y murió al llegar al hospital.