El Kremlin confirmó ayer que está a punto de firmar un contrato con Siria para la venta de misiles antiaéreos, a pesar de la oposición de Israel y EEUU. La noticia enojó a las autoridades de Washington, que amenazaron con imponer sanciones a Rusia. "Actualmente, se encuentra en estudio la venta a Siria de sistemas antiaéreos de corto alcance Strelets, cuya venta no está limitada por ningún tratado internacional", informó en un comunicado el Ministerio de Defensa ruso.

La nota ministerial destacó que "la lanzadera de este sistema está montada de manera fija sobre un chasis de orugas o ruedas, y no puede ser utilizada de forma portátil" por un hombre. Por esta razón, según Moscú, los sistemas de defensa antiaéreos de corto alcance Strelets no son especialmente atractivos para activistas antiestadounidenses en Oriente Próximo.

Está previsto que el presidente ruso, Vladimir Putin, y su homólogo de EEUU, George Bush, firmen el 24 febrero en Bratislava un acuerdo para limitar la venta de misiles portátiles. El primer ministro israelí, Ariel Sharon, declaró que Rusia le había prometido asegurarse de que las armas vendidas a Siria no caerían en manos de "terroristas". En cambio, el Departamento de Estado norteamericano dijo estar "en contra de cualquier venta de armas a Siria".