Unos pocos portaban la denigrante estrella amarilla en el pecho impuesta por los nazis a los judíos tras su llegada al poder en el año 1933. Otros llevaban pancartas en las que podía leerse Perdón por sobrevivir o Los supervivientes del Holocausto todavía siguen aquí , pero todos reclamaron condiciones de vida dignas para aquellos que escaparon del exterminio nazi.

Unas 2.500 personas se manifestaron ayer en Jerusalén para protestar por la pírrica subida de las pensiones que reciben los supervivientes de la Shoa, después de que esta semana el Gobierno anunciara un incremento de solo 83 shekels (unos 14 euros). Los participantes en la Marcha de la Vida acusaron al Estado de olvidarse de los vivos tras apropiarse de "los miles de millones de marcos" con que Alemania compensó a Israel en 1952 por la matanza de seis millones de judíos.