Unos 15 millones de colombianos, menos de la mitad del padrón electoral, decidieron con su voto cómo será el primer Congreso que entrará en funciones con las exFARC integradas al sistema político. La primera elección tras la firma del acuerdo de paz entre la guerrilla y el Gobierno de Juan Manuel Santos, que abandona la presidencia este año, no trajo mayores sorpresas a los analistas.

El Centro Democrático, la agrupación fundada por el expresidente colombiano Álvaro Uribe, ganó en las urnas su condición de primera fuerza política parlamentaria en una legislatura que tendrá el signo de la fragmentación. El uribismo obtuvo el 16,56 % de los votos, lo que le garantiza 19 escaños. Cambio Radical, el partido que acompañó a Uribe en su gestión, se ha quedado 16. De esta manera, las voces que con más vehemencia rechazaron el pacto alcanzado con la insurgencia para poner fin a un conflicto armado de más de medio siglo han sido las que han logrado más votos.

Por el contrario, el debut electoral de Fuerza Alternativa Revolucionaria del Común (FARC), nombre con el que se rebautizó la guerrilla FARC, tuvo el sabor de un fiasco: sus candidatos al senado y a la Cámara de Representantes apenas consiguieron un 0,34% de votos y 0,22 %, respectivamente. A pesar de ese magro resultado, y en virtud de los acuerdos de paz, la FARC se ha asegurado cinco escaños en cada cámara legislativa durante dos períodos consecutivos.

“Es la primera vez que en mi vida voto y lo hago por la paz”, dijo Pablo Catatumbo, futuro senador de la FARC y uno de los negociadores con el Gobierno entre 2012 y 2016. Pero su alegría debe de haber sido relativa como consecuencia de los resultados. El Congreso que deja atrás la era Santos tendrá, de esta manera, una fuerte presencia de las opiniones contrarias a la implementación de los aspectos pendientes de lo pactado en la mesa de negociaciones de La Habana entre la guerrilla y Santos. No es un dato menor el que Uribe, furibundo crítico de lo que pactó por quien fuera su ministro de Defensa, se haya convertido en el candidato más votado este domingo, y que el Partido Conservador haya conseguido 15 escaños. Unidad Nacional, la coalición que sostiene a Santos alcanzó apenas 14 bancas.

La lucha por la presidencia

El uribismo tiene una ambición mayor: retornar a la presidencia. Las primarias realizadas a la par de la legislativas terminaron por definir su candidato, Iván Duque, así como al principal rival de la derecha colombiana: el exalcalde bogotano y exintegrante de la exguerrilla del M-19, Gustavo Petro. Casi tres millones de personas avalaron con sus votos las aspiraciones de Petro. El abanderado de la centro izquierda interpretó ese caudal como un signo auspicioso de cara a las elecciones presidenciales previstas para el 27 de mayo y disputar el cargo al candidato de la derecha en la segunda vuelta el17 de junio. Contemplan, naturalmente, que su rival será Duque.

Sin embargo, su Coalición de Decencia no obtuvo un buen resultado en las legislativas: apenas cuatro escaños. El exregidor de Medellín, Sergio Fajardo (centroizquierda también), la mano derecha de Santos, Germán Vargas Lleras, y el general reitrado Humberto de la Calle, responsable de las negociaciones con las FARC en La Habana, aparecen por ahora como candidatos testimoniales. “Les pido a Fajardo y De la Calle que se unan a mi campaña”, dijo anoche Petro. Los analistas creen que en una semana, cuando se inicie la campaña electoral, se acentuará la polarización entre las fuerzas con más posibilidades de llegar al poder.

El fenómeno Mockus

Los comicios del domingo estuvieron cargados de previsibilidades pero también sorpresas. Tras ocho años de distancia de la vida política más intensa, 536.252 colombianos le dieron al exalcalde de Bogotá, Antanas Mockus, líder de los verdes, la posibilidad de volver al Senado. En las presidenciales de 2010 había sido derrotado por Santos. Filósofo, matemático y dueño de un carisma particular, Mockus, fue el segundo candidato más votado. Ya vislumbra una campaña presidencial tensa. “Nos van a meter miedo de lado y lado, media sociedad se va a asustar frente a Petro y media sociedad se va a asustar frente a Duque y vamos a quedar atrapados en eso, entonces no nos dejemos echar ese cuento, escribamos otro cuento que sea más bonito, que dé más orgullo, que nos una”.