Dos varoncitos llegaron al mundo por cesárea y otro por parto naturla en el hospital de campaña dirigido por los franceses, que acoge el único quirófano de esta ciudad devastada por un seísmo. Los lactantes están protegidos por una manta térmica amarilla, junto a sus madres, en lechos de campaña. Este centro está gestionado por una sesentena de personas de la Seguridad Civil francesa, entre ellas nueve médicos.

El hospital, una fila de tiendas amarillas en el entorno de un clínica dañada por el terremoto, está situada en la periferia de Bam. "Al menos 152 personas han sido tratadas desde el lunes", día de su apertura, afirma el portavoz, el comandante Eric Soupra.

Dolencias diversas

Los enfermos llegan al hospital acompañados por sus familiares, la mitad aquejados de problemas serios. El problema del idioma es nuestra mayor dificultad", admite Soupra. "Dos médicos iranís francófonos sirven de intérpretes, añade el jefe, el coronel Christian Simonet. Entre otras dificultades, destaca "problemas para encontrar camiones que permitan el reavituallamiento de material clínico y medicinas. "Por otra parte", concluye, "las temperaturas, ligeramente bajo cero, son favorables para evitar epidemias".