Okinawa vive días de gran tensión provocados por varios casos de abusos sexuales y desórdenes protagonizados por militares estadounidenses. El caso que ha soliviantado esta vez a los japoneses se conoció la semana pasada con el arresto del sargento Tyron Hadnott, de 38 años, acusado de violar a una niña de 14 años. El militar niega los cargos, aunque admite que forzó a la niña para besarla.

Ayer se supo que otro militar está bajo custodia, acusado de violar a una mujer de 21 años. Además, durante el fin de semana, dos soldados fueron detenidos, uno por conducir ebrio y el otro, por allanamiento de morada. Las protestas del Gobierno han obligado a EEUU a decretar un toque de queda parcial.