Varias docenas de civiles palestinos se manifiestan en Gaza para exigir el fin de los choques entre Hamás y Al Fatá. La calle por la que discurren está tomada en sus extremos opuestos por milicianos de uno y otro bando. De pronto, se enciende la chispa y arrecian los disparos. Ocho manifestantes caen heridos en el fuego cruzado.

Esta escena, ocurrida ayer, ejemplifica la tensión que se vive en Gaza. Otros 15 palestinos murieron en otra jornada sangrienta, elevando a 40 la cifra de muertos desde el viernes. Hay tanta hiel en la herida que distintos sectores de Al Fatá pidieron al presidente palestino, Mahmud Abbás, la disolución del Gobierno de coalición y la declaración del estado de emergencia.