En el otoño del 2003, un convoy militar perteneciente a la Cuarta División de Infantería abandonó su base junto a Tarmiyah, al norte de Bagdad, para realizar una larga patrulla nocturna en presencia de la prensa. En el interior de un vehículo de combate Bradley, los soldados, liderados por el sargento de primera clase Froelich, estaban convencidos de que, durante aquel periplo, el convoy mantendría algún encontronazo con la insurgencia suní. El paso de las horas acabó dándoles la razón. "¡Nos han dado! ¡Nos han dado! ¡IED, IED!", gritaba Froelich. La caravana había tropezado con lo que se denomina un artefacto explosivo improvisado (IED, por su siglas en inglés), que, aunque no produjo daños ni víctimas entre los soldados, sí generó después un prolongado tiroteo en el que un civil resultó herido.

Al menos sobre el papel, sucesos como este, uno en el casi infinito número de incidentes similares en los que se ha visto envuelto el Ejército de EEUU en los siete años y medio transcurridos desde la invasión anglonorteamericana de Irak, deberían casi dejar de existir a partir del miércoles. "Cuando aspiraba a la presidencia, prometí que acabaría con esta guerra. Como presidente, esto es lo que estoy haciendo", proclamó ayer Barack Obama en su alocución semanal. A principios de este mes, en un discurso pronunciado en Atlanta ante los veteranos de guerra, el presidente anunció el fin de las operaciones de combate en Irak el próximo martes.

"FUERZA DE TRANSICION" El jefe de la Casa Blanca aprovechó la ocasión para asegurar que el compromiso de EEUU con Irak está cambiando "de un esfuerzo militar liderado por las tropas a un esfuerzo diplomático", aunque, eso sí, unos 50.000 hombres se quedarán en Irak como "fuerza de transición" hasta que se complete la retirada total, prevista a finales del año próximo. Dicho número de soldados se mantendrá estable hasta el verano que viene, cuando los mandos hagan una nueva evaluación y tomen decisiones, dependiendo de las capacidades adquiridas por las fuerzas iraquís.

¿Qué es lo que cambiará a partir del miércoles? Transcurrida esta fecha, responde desde Bagdad un portavoz del contingente militar estadounidense, "las fuerzas de seguridad iraquís asumirán el liderazgo en todas las operaciones", mientras que "las tropas estadounidenses que queden serán principalmente responsables de aconsejar y entrenar a los iraquís y de llevar a cabo operaciones antiterroristas conjuntas". Los 50.000 soldados de la Tercera División de Infantería, estacionada en el norte, de la Primera División Blindada, en el centro, y de la Primera División de Infantería, en el sur, que permanecerán aún en el país árabe hasta el año que viene, tendrán "derecho a la autodefensa". Numerosas voces en EEUU e Irak se han levantado estos días asegurando que se trata fundamentalmente de una modificación léxica sin excesivo significado real en la naturaleza de la misión. Tal y como se encargó de puntualizar Kenneth M. Pollack, director del Centro Saban para la Política en Oriente Próximo, en The Washington Post , la mayoría de los 50.000 militares de EEUU que permanecerán en Irak serán "tropas de combate con un nombre diferente", con "mínimas" diferencias en cuanto a "estructura de la brigada y personal". El analista recuerda que, cuando los soldados norteamericanos salgan del perímetro de sus bases a partir del miércoles, ya sea acompañando a los soldados iraquís, ya sea en acciones antiterroristas, lo harán siempre "listos para el combate".

PARA TRANQUILIZAR Gareth Porter, periodista de investigación sobre temas militares crítico con la Administración de Obama, valora la medida como un gesto para "tranquilizar a su base antibelicista", decepcionada por el curso de los acontecimientos en Afganistán, "y convencerla de que el papel militar en Irak está próximo a su fin". Frente a esta negativa visión, el mayor Chris Perrane, portavoz del Departamento de Defensa, recuerda que, cuando Obama llegó al poder, había 144.000 soldados en Irak y que, año y medio después, la cifra se ha reducido en 90.000 soldados. Una reducción que, como recordó Obama, no oculta la "dura realidad": "Aún no hemos visto el fin del sacrificio de EEUU en Irak".