Paul Bremer, el administrador civil estadounidense de Bagdad, es un hombre al que le gusta sorprender a la prensa con frases impactantes. Después del ya famoso "señoras y señores, lo tenemos", con el que anunció la captura de Sadam Husein, ayer Bremer confirmó que el 6 de diciembre sobrevivió a un atentado en Bagdad con otra frase de la misma cosecha: "Sí, es verdad, pero afortunadamente aún estoy vivo y aquí estoy, frente a vosotros", dijo Bremer en una rueda de prensa en Basora.

El virrey de Estados Unidos ya no quiso dar más detalles del atentado pero sí lo hizo la Autoridad Provisional de la Coalición (APC) en Bagdad. Según Dan Senor, uno de sus portavoces, el convoy en el que viajaba Bremer fue atacado en las cercanías del aeropuerto con un explosivo y con disparos de armas ligeras. Nadie resultó herido en el ataque, que se produjo el mismo día en que el secretario de Defensa de Estados Unidos, Donald Rumsfeld, viajó a Irak.

OBJETIVO ALEATORIO La APC se apresuró ayer a aclarar que, a pesar de que el ataque sigue aún bajo investigación, todo hace pensar que Bremer no era el objetivo de la resistencia.

Senor explicó que el administrador civil de Irak se dirigía a una reunión que no estaba prevista en la agenda en su vehículo civil blindado en un convoy de agentes de seguridad fuertemente armados.

La resistencia demuestra así su capacidad para golpear. De hecho, con la muerte ayer de dos soldados al explotar una bomba al paso de su vehículo, ya son 201 los militares estadounidenses abatidos desde el pasado 1 de mayo, fecha oficial del fin de la guerra. La policía iraquí, según datos que se hicieron públicos ayer, ha sufrido 260 muertes en el mismo periodo de tiempo.

Por todo ello no sorprende que ayer fuera de nuevo un día de violencia. En Bagdad, un atentado contra una sede del Consejo Supremo de la Revolución Islámica en Irak (CSRII) volvió a levantar los temores de un enfrentamiento interno.

POSIBLE DERRUMBAMIENTO Una mujer murió y ocho personas resultaron heridas en el derrumbamiento de la sede del CSRII, ubicada en el barrio Al Yihad de Bagdad. Las víctimas eran miembros de cuatro familias sin hogar que estaban siendo acogidas en la casa.

A las cinco de la mañana, el edificio se derrumbó después de escucharse, según testigos presenciales, una explosión. El CSRII no dudó en calificar de atentado el derrumbamiento de la sede, pero el Ejército dijo que la casa se hundió por defectos de construcción.

La violencia y los ajustes de cuentas entre las diferentes facciones están aumentando. El pasado jueves, un dirigente del CSRII y un imán shií fueron asesinados en la capital iraquí. En el mismo barrio de Al Yihad, cuatro miembros del Baaz murieron hace un mes.