El secretario de Estado norteamericano, Colin Powell, advirtió el domingo que la crisis con Irak "no puede durar indefinidamente" y que Washington se dispone a evaluar las intenciones de Bagdad de desarmarse próximamente. Las autoridades de Estados Unidos aceleraron durante el fin de semana los preparativos bélicos, al enviar al golfo Pérsico a dos portaviones con sus respectivas flotillas de buques militares.

"Esto no puede durar indefinidamente", declaró Powell a la cadena de televisión NBC. El secretario de Estado norteamericano también quiso insistir en que el presidente George Bush todavía no había adoptado una decisión firme acerca de la necesidad de recurrir a la fuerza militar para "obligar" a Irak a desarmarse.

Horas antes de las palabras de Powell, Bush puso el desarme iraquí en la cabeza de la lista de prioridades en el 2003 para así "hacer frente a la amenaza de violencia catastrófica que representan Irak y sus armas de destrucción masiva". En su alocución radiofónica semanal, el jefe de la Casa Blanca insistió en que su país proseguiría la guerra "contra el terrorismo con paciencia, concentración y determinación".

En Bagdad, la Comisión de Control, Verificación e Inspección de la ONU (UNMOVIC), continuó las inspecciones sobre el terreno. Los expertos de la ONU acaban de recibir una lista de 500 nombres de científicos vinculados a anteriores programas de armas de destrucción masiva que deben ser entrevistados.

Según el rotativo The New York Times, las autoridades de Arabia Saudí han aceptado, tras varios meses de dudas, poner sus bases militares y su espacio aéreo a disposición del Ejército de EEUU en caso de guerra contra Irak.

CENTRO SOFISTICADO

De confirmarse tal información, el mando militar norteamericano podría disponer de un centro de mando muy sofisticado en la base aérea Príncipe Sultán, cerca de Riad, la capital saudí, la misma que fue utilizada durante la guerra de Afganistán.