El presidente de EEUU, George Bush, se propone poner fin a las ambiciones nucleares de los iranís antes de que concluya su mandato en la Casa Blanca, en enero del 2009. El Pentágono y la CIA están planificando un ataque militar contra Irán, que no sería una invasión por tierra como en Irak, sino que se centraría en bombardear y destruir las instalaciones nucleares, como la planta de enriquecimiento de uranio de Natanz, según fuentes consultadas por la prensa estadounidense.

En Washington hay división de opiniones entre analistas y especialistas militares sobre si Bush se propone en realidad atacar o busca sólo enseñarle los dientes a Irán para que deje de enriquecer uranio. Sin embargo, en Teherán consideran estas informaciones como parte de una "guerra psicológica", más que como una amenaza real.