Mientras la ONU y la OTAN discuten si respaldar o no la guerra contra Irak, EEUU ya la ha iniciado. Dos grupos de fuerzas para operaciones especiales llevan más de un mes entrando y saliendo de diversas partes de ese país, para establecer las bases de la posterior invasión a gran escala, según adelantó ayer el diario The Washington Post y confirmaron fuentes del Pentágono.

Se trata de la primera fase de la guerra, planificada al revés que la contienda de 1991 contra Sadam Husein, pues en lugar de comenzar con una ofensiva aérea masiva, se contemplan primero una serie de ataques terrestres para hacerse con un 75% del territorio iraquí y aislar Bagdad, contra la que después se lanzaría un gran ataque aéreo.

El comandante en jefe de las fuerzas de EEUU en la zona, general Tommy Franks, informó anoche al presidente Bush de estos planes, antes de partir hacia su cuartel general de guerra, en Qatar. Horas antes, Bush adelantó que usará "cada onza" del poderío norteamericano para derrotar a Sadam, en una arenga a las tropas en la base naval de Mayport, en Florida.

ESTABLECER UNA BASE

Washington dispondrá la semana que viene de 150.000 soldados en las cercanías de Irak, el mínimo necesario para el ataque que han comenzado a preparar ya las fuerzas especiales. Las misiones de estos soldados son numerosas, desde establecer aeropuertos para el aterrizaje del grueso del Ejército estadounidense, hasta atar las relaciones con los grupos iraquís de oposición a Sadam. También se incluyen la búsqueda de arsenales y baterías de lanzamiento de misiles o de aviones no tripulados que pudieran alcanzar a Israel, el establecimiento de una red de comunicaciones y el reclutamiento de desertores del propio ejército iraquí.

"Es posible que fuerzas de tierra entren y ocupen amplias zonas de Irak casi sin obstáculos", comentó a The Washington Post una fuente cercana a los planes de guerra, según la cual el Ejército de Bush "podría llegar a las afueras de Tikrit sin disparar un tiro". Esta ciudad, situada al norte de Bagdad, es un fortín de Sadam. Con los rápidos ataques iniciales de infantería, en el norte, sur y oeste iraquís, el Pentágono planea controlar rápidamente tres cuartas partes del país y encerrar a Sadam en una banda, de 250 kilómetros de largo por 82 de ancho, entre Bagdad y Tikrit, donde se librará la fase más dura de la guerra.

El Pentágono también ha previsto moverse fulminantemente, antes o durante el comienzo de la guerra, para asegurar que Sadam no destruye los pozos de petróleo o vuele las presas y diques del bajo Tigris y del Eufrates para detener al ejército de EEUU.

"GUERRA ESTRATEGICA"

"La guerra estratégica ya ha comenzado", opina el general jubilado, Paul Van Riper. De hecho, EEUU y Gran Bretaña llevan meses bombardeando blancos estratégicos en las zonas de exclusión aérea del norte y sur de Irak. También se ha emprendido una campaña psicológica, por medio de octavillas y emisiones radiofónicas, para animar a los soldados iraquís a desertar y convencer a la población civil de que "las fuerzas de la coalición no desean dañar al noble pueblo iraquí".