Cuando en abril Washington DC inauguró su servicio de bicing --destacando en su promoción el éxito en París y Barcelona-- fue recibido con cierto escepticismo. Hubo quien cruzó apuestas sobre cuánto tiempo tardarían los aparcamientos de las bicicletas en ser vandalizados o cuántas bicis se robarían al día, y también se puso en duda que con el clima de la ciudad la idea funcionase. La primavera y el otoño son templados e ideales para pedalear, pero la humedad y el calor en verano y el frío y la nieve en invierno, en principio, lo desaconsejan.

El propio ayuntamiento lanzó el bicing con cierta cautela. No es que no haya afición a la bicicleta en Washington (la ciudad cuenta con unos circuitos extraordinarios entre bosques pero, eso sí, muy poco carril bici urbano), sino que la idea era (y lo sigue siendo) inédita en EEUU. Así, el servicio empezó con solo 120 bicicletas (10 estaciones con 12 máquinas) y una tarifa anual de 40 dólares (unos 31 euros) para alquileres de tres horas. Cuando los responsables vieron que se estima que el precio del sistema por bicicleta en Europa asciende a 4.500 dólares (unos 3.500 euros, según se ha publicado en la prensa local) lo primero que hicieron fue buscar un patrocinador privado que cubriera todos los gastos.

Lo lograron, y poco más de seis meses después las cifras indican que la ciudadanía responde: 900 personas inscritas, unos 100 viajes al día y la idea de ampliarlo la próxima primavera. Las principales quejas son por el horario (por motivos de seguridad la última bicicleta puede cogerse a las diez de la noche) y sorprende el civismo: solo una bicicleta ha sido robada hasta ahora. Y es que lo que al principio podía haber sido el principal problema (el abundante tráfico) ha acabado siendo la principal ventaja.

Hasta tal punto que varias organizaciones de ciclistas están promoviendo en internet el uso del bicing y también de la bicicleta privada como la mejor forma de transporte en invierno, cuando la nieve ya ha aparecido. Para ello, exigen al consistorio que adapte mecánicamente las bicicletas a las condiciones atmosféricas, y publican consejos para pedalear sobre la nieve.