Las autoridades de EEUU creen que la captura de Sadam Husein o de alguno de sus dos hijos, Udai y Qusai, asestaría un golpe definitivo a la moral de la resistencia iraquí. Por ello, tal y como anunció ayer Paul Bremer, administrador norteamericano de Irak, el Gobierno de EEUU está dispuesto a pagar la suma de 25 millones de dólares (28,7 millones de euros, unos 4.800 millones de pesetas) a quien facilite alguna pista sobre el paradero del exdictador.

Además, EEUU también puso precio a las cabezas de los hijos de Sadam: 15 millones de dólares (18,7 millones de euros, unos 3.100 millones de pesetas).

NUEVOS ATAQUES CONTRA EEUU

Lejos de dar muestras de desánimo, la resistencia iraquí multiplicó ayer sus ataques contra las fuerzas ocupantes. Al menos tres iraquís murieron y otros 10 soldados de EEUU resultaron heridos en las tres emboscadas confirmadas por los portavoces militares de EEUU en Irak.

Uno de los ataques se produjo en pleno centro de Bagdad. Un iraquí murió y un soldado estadounidense fue herido por los disparos de un lanzagranadas.

El enfrentamiento armado más grave ocurrió en Ramadi, a 100 kilómetros al oeste de Bagdad. Un artefacto explosivo alcanzó un convoy militar de EEUU. Al menos seis militares estadounidenses fueron heridos.

La única noticia positiva fue la reapertura, ayer, del Museo Nacional de Arqueología, donde fueron robadas 170.000 piezas.