La UE y EEUU escenificaron ayer en Bruselas una reconciliación transatlántica, seis meses después de la guerra de Irak, pero no pudieron evitar chocar de nuevo, en este caso sobre la política a seguir respecto al programa nuclear iraní.

El secretario de Estado norteamericano, Colin Powell, se reunió con los ministros de Exteriores de la UE y de los futuros estados miembros para intentar restablecer los lazos transatlánticos, severamente dañados por la guerra de Irak.

Powell se mostró conciliador, destacó los valores comunes que unen a ambos y recalcó la necesidad de actuar juntos.

SEGURIDAD EEUU insistió en que las fuerzas de la coalición en Irak lograrán garantizar la seguridad. La UE reiteró la necesidad de dar a la ONU un mayor papel en el país.

La mayor divergencia, sin embargo, se produjo sobre la estrategia a seguir respecto al programa nuclear de Irán. Powell expresó sus "reservas" sobre el proyecto de resolución que apadrinan Alemania, Francia y Gran Bretaña, con apoyo de la UE, en la Agencia Internacional de la Energía Atómica (AIEA).

Powell añadió que el proyecto de resolución, que debe discutirse mañana en la AIEA, "no es suficientemente duro" con Irán. EEUU quiere que el Consejo de Seguridad de la ONU dictamine que Irán violó el tratado de no proliferación para imponerle sanciones. La UE rechazó la estrategia de confrontación norteamericana.