Las autoridades de Indonesia elevaron a 93 la cifra de muertos tras estrellarse un avión militar con más de cien personas a bordo en la isla de Java, informó un portavoz de la Fuerza Aérea. Por el momento se desconoce la causa que llevó al aparato a perder altitud y rozar cuatro viviendas antes de aterrizar en llamas en un arrozal de la provincia de Java Oriental. La televisión indonesia mostró imágenes de una jungla en llamas en el lugar del accidente, cerca de un aeródromo militar en la localidad de Madian y donde se podía ver a soldados sacar en camillas a los cuerpos de las víctimas entre columnas de humo negro. Según los relatos de los testigos, primero se escuchó una explosión, y luego el avión estalló en llamas y se partió en dos antes de tocar tierra, quedando totalmente destrozado salvo la cola. El aparato, un Hércules C-130, transportaba desde la capital al este de la isla a un total de 96 pasajeros -diez de ellos niños- y 13 tripulantes que participaban en una misión regular de entrenamiento. Precisamente hace una semana, la Fuerza Aérea de Indonesia ordenó inspeccionar a toda su flota de estos aviones después de que uno de ellos aterrizara en Papúa sin el tren de aterrizaje trasero. Hasta siete accidentes aéreos de distinta gravedad, con un total de 128 muertes, se han producido en los últimos dos meses en Indonesia, un país en el que este índice de siniestralidad es de 2,1 por cada millón de vuelos. Antes del siniestro de hoy, el más mortífero había ocurrido el pasado 7 de abril, cuando 24 soldados perdieron la vida al chocar su avión contra un hangar del aeródromo de Bandung, al oeste de Java. La Comisión Europea prohibió en 2007 a todas las aerolíneas indonesias sobrevolar su espacio aéreo porque incumplían las regulaciones comunitarias sobre seguridad.