El Ejército yemení intensificó ayer sus ataques a las células de Al Qaeda atrincheradas en las provincias montañosas del este del país, mientras que en Saná, la capital, aumentó el número de embajadas que decidieron cerrar de forma provisional sus delegaciones ante la amenaza de atentados terroristas. Las autoridades de Saná admitieron ayer la desaparición de seis camiones cargados de armas y explosivos.

A las embajadas de EEUU y el Reino Unido, cerradas el domingo, se unieron ayer las de Japón y Alemania. En las de Francia e Italia se sigue trabajando aunque no se atiende al público, como ocurre en la española. La secretaria de Estado de EEUU, Hilary Clinton, dijo ayer desde Washington que la embajada de su país en Saná permanecerá cerrada hasta que "las condiciones permitan" reabrirla. Clinton aseguró que la situación en el Yemen supone una amenaza para la estabilidad mundial y advirtió al régimen del presidente Alí Abdalá Saleh que debe "tomar medidas" para restablecer la "paz y la estabilidad" en el país o corre el peligro de perder el apoyo de Occidente.

El Gobierno de Yemen dijo ayer que el Ejército localizó a uno de los hombres más buscados del país, Nazih al-Hanq, destacado miembro de la organización Al Qaeda en la Península Arábiga (AQPA), cerca de la ciudad de Arhab, situada a unos 35 kilómetros de Saná. A pesar de que el terrorista logró eludir el cerco y escapar, dos de sus combatientes fueron abatidos a tiros por las fuerzas de seguridad.

BASES TERRORISTAS "Hacía días que les seguíamos la pista y les hemos atacado hoy", dijo una fuente policial. "Creemos que estos elementos están detrás de las amenazas directas contra la embajada de Estados Unidos", añadió. La zona donde se registró el violento enfrentamiento de ayer es uno de los feudos de los combatientes de AQPA.