El presidente ucraniano, Víktor Yúschenko, desató ayer un nuevo escándalo diplomático con Moscú al rechazar las cartas credenciales del nuevo embajador ruso, que debería tomar posesión del cargo la próxima semana. "Quiero saber si esas cartas van dirigidas al presidente Leonid Kravchuk (1991-1994) a Leonid Kuchma (1994-2004) o a Víktor Yúschenko", indicó el presidente ucraniano al canal de televisión Inter.

La presidencia considera una falta de respeto tanto la no inclusión del nombre de Yúschenko en el documento como el hecho de enviar las cartas tras la traumática derrota electoral y antes de la segunda. El ministro de Exteriores ucraniano, Vladímir Ogrizko, aseguró que Kiev no tiene la obligación de aceptar las cartas credenciales si no están bien redactadas.

Yúschenko, que fue aupado al poder en la revolución naranja del 2004, en la que derrotó al candidato apoyado por el Kremlin, Víktor Yanúkovich, tuvo un 5% de los votos en los comicios del pasado domingo. Es un cadáver político.