El presidente de Ucrania, Víctor Yúschenko, y el primer ministro, Víctor Yanukóvich, acordaron hoy que los comicios parlamentarios anticipados se celebrarán el próximo 30 de septiembre y desactivaron una grave crisis de poder que tuvo el país paralizado durante casi dos meses.

Tras maratonianas negociaciones, en medio de mítines y de movimientos de tropas que hicieron temer el empleo de la fuerza como recurso para resolver la crisis, Yúschenko y Yanukóvich comparecieron esta madrugada ante la prensa para anunciar la consecución del acuerdo.

Con ellos se presentó el presidente de la Rada Suprema o Parlamento, el socialista Alexandr Moroz, uno de los más férreos opositores a la celebración de legislativas anticipadas.

"Las elecciones no eran la mejor manera de resolver la crisis", insistió Moroz aun después de firmar junto con Yúschenko y Yanukóvich la declaración sobre el acuerdo.

El Partido Socialista llegó a la actual legislatura como parte de las fuerzas que respaldaban a Yúschenko, pero poco después cambió de bando y se sumó a la coalición del Partido de las Regiones, de Yanukovich, y el Partido Comunista, lo que en opinión de muchos comentaristas podría costarle su representación en la Rada.

El acuerdo deja al presidente ucraniano a salvo de un proceso de destitución, pues reconoce la legalidad del decreto por el que convocó elecciones parlamentarias anticipadas.

"Yo diría que el mecanismo que hemos preparado garantiza el cumplimiento de todos los compromisos sin necesidad de apelar a ninguna institución", dijo Yúschenko, al descartar la posibilidad de que alguna decisión del Tribunal Constitucional pueda afectar a los acuerdos.

A cambio, Yanukóvich, quien ya había manifestado su acuerdo a la celebración de elecciones parlamentarias anticipadas, consiguió, tal y como había demandado, que los comicios se celebren a fines de septiembre, y no el 24 de junio, tal y como querían el jefe del Estado y sus partidarios.

La fecha de celebración de las elecciones no es un asunto baladí: el Gobierno y sus recursos están en manos de Yanukóvich, lo que hace temer a los partidarios de Yúschenko que el primer ministro ponga la maquinaria gubernamental al servicio de su campaña.

Según el acuerdo alcanzado esta madrugada, el Parlamento se reunirá los próximos días 29 y 30 de mayo y aprobarán las leyes necesarias para garantizar la transparencia de las elecciones anticipadas.

Esta circunstancia añade cierto grado de incertidumbre a la viabilidad del compromiso, pues los cambios de opinión, las rupturas de pactos y la creación de nuevas alianzas de última hora no son una práctica poco frecuente en la Rada.

En su declaración conjunta, Yúschenko y Yanukóvich acordaron cambiar la composición de la Comisión Electoral Central (CEC) con el fin de garantizar unas elecciones que cumplan con los estándares europeos.

Además, al Gobierno y a la CEC se les encomendó elaborar un censo electoral informatizado, lo que ayudará a evitar irregularidades.

"Ucrania sale más fortalecida de la crisis de lo que era en abril. Hemos hallado una solución de compromiso y una senda democrática. Hemos demostrado que somos fuerzas democráticas", dijo Yúshenko al anunciar los acuerdos.

El jefe del Estado destacó que los acontecimientos de los dos últimos meses han dejado en evidencia la necesidad de enmendar la Constitución ucraniana.

La tensión llegó a su punto culminante el sábado cuando se anunció que varios miles de soldados del Ministerio del Interior, que el día anterior el jefe del Estado había subordinado a su persona, se dirigían a Kiev y que habían sido bloqueados por la policía y partidarios de Yanukóvich.

Yúschenko negó hoy que hubiera dado la orden de enviar tropas a la capital para custodiar las sedes de la Fiscalía General y del Tribunal Constitucional.

Explicó que únicamente había ordenado al asignar unas 2.000 efectivos para garantizar la seguridad durante las celebraciones del Día de la Ciudad y la final de la Copa de Ucrania, que disputan hoy el Dinamo de Kiev y el Shajtar de Donetsk y al que asistirá junto Yanukóvich.