José Luis Rodríguez Zapatero llevó ayer a la tribuna de la ONU uno de sus últimos desvelos, que intentará que cale en su acción como presidente semestral de la Unión Europea: "¡Hemos sabido ver los efectos de la crisis económica y todavía nos cuesta reaccionar ante los efectos del cambio climático, que será mucho más devastador para generaciones sucesivas enteras!". "Es incomprensible", se lamentó.

El jefe del Ejecutivo se dirigió a la Asamblea General de la ONU por tercera vez desde que está en la Moncloa, y consiguió arrancar aplausos en tres ocasiones: al rechazar el golpe en Honduras, al pedir la creación del Estado palestino y cuando resaltó la cooperación española en Africa.

Zapatero inició su intervención subrayando que no es posible tener una paz duradera sin un desarrollo que sea sostenible. Los expertos calculan que cada año mueren 315.000 personas por los desastres naturales que causa el cambio climático (el mismo número de víctimas que causó el tsunami ). Y, económicamente, otro desastre: las pérdidas se calculan en 90.000 millones anuales, una cifra que escalará hasta los 240.000 en 20 años si no se toman medidas.

Con todos esos números en la cabeza, el jefe del Ejecutivo instó a que la cumbre de Copenhague, en la que se tiene que renovar el Protocolo de Kioto, llegue a un acuerdo ambicioso. El presidente hizo un guiño a EEUU, uno de los países más contaminantes y reacio a comprometerse con ningún porcentaje: "Habrá que tener en cuenta las circunstancias de cada cual, pero debemos avanzar colectivamente", dijo.

CON SU ESPOSA Y SUS HIJAS En su discurso --que fue seguido desde la sala por primera vez por su esposa, Sonsoles Espinosa, y sus hijas--, Zapatero se refirió a la crisis política en Honduras y aseguró que ni España ni la comunidad internacional van a permitir que los golpistas ganen ese "desafío". "La democracia ha de volver", declaró. Si los dirigentes presentes en ese momento celebraron este apunte, más festejaron todavía la petición de la creación de un Estado palestino "en un tiempo razonable". La resolución del conflicto de Oriente Próximo, a juicio de Zapatero, debe ser la prioridad para la comunidad internacional por su capacidad de "irradiar sobre otros conflictos regionales", como el de Afganistán.

El jefe del Ejecutivo recordó que, en su primera intervención ante la ONU, en el 2004, lanzó el proyecto de la Alianza de Civilizaciones, y aseguró que ya ha llegado el momento de que esa organización esté presente en los órganos principales de la ONU. Zapatero dijo que espera que, antes de que acabe este otoño, la organización haya aprobado una resolución que "dé carta de naturaleza a esa dimensión estructural de la Alianza".