José Luis Rodríguez Zapatero se estrenó ayer en la Asamblea General de la ONU con un ataque frontal contra la política antiterrorista de George Bush y a la guerra de Irak, y un alegato encendido en favor de la paz, la justicia social y el diálogo. El presidente del Gobierno propuso en este sentido la creación de una Alianza de Civilizaciones en el marco de Naciones Unidas, con el fin de aproximar a Occidente con el mundo árabe e islámico.

"El mayor riesgo de una victoria de los terroristas se produce cuando, para luchar contra el terror, la democracia traiciona su propia esencia, los estados limitan las libertades, cuestionan las garantías judiciales o realizan operaciones militares preventivas", manifestó Zapatero ante más de un centenar de jefes de Estado y de Gobierno, en alusión a la guerra de Irak y la situación de los presos en Guantánamo.

EXPERIENCIA Zapatero invocó la larga experiencia de España en la lucha contra ETA para concluir que sólo desde la legalidad nacional e internacional, así como desde el respeto a los derechos humanos y a la ONU, se vencerá a los violentos.

El presidente propuso un nuevo enfoque en la lucha antiterrorista, muy distinto a la mera respuesta militar y policial que propugnaba su antecesor, José María Aznar, y que defiende Bush. Zapatero equiparó al terrorismo con la peste y dijo que, aunque ambos carecen de justificación, sí tienen raíces que es preciso conocer para combatirlos "racionalmente". "La corrección de las grandes injusticias políticas y económicas que asolan al planeta privaría a los terroristas de sustento popular", añadió el presidente.

Preguntado en rueda de prensa si sus palabras pueden aplicarse al conflicto del País Vasco, Zapatero dijo que es "poco útil" profundizar en si hay o no distintos terrorismos y añadió, sin aclarar si se refería a Euskadi o al mundo islámico, que existe "determinado tipo de terrorismo" que se desarrolla en "ciertos ámbitos" y capta con especial intensidad a los jóvenes.

En su reflexión sobre el terrorismo y la injusticia, el presidente dedicó un apartado a Irak. Tras expresar su solidaridad con las "miles de víctimas" que ha provocado el conflicto, manifestó que la "abrumadora mayoría" del pueblo español se manifestó en contra de la guerra. "No nos convencieron las razones que esgrimían quienes la promovieron", apostilló.

HEROISMO Zapatero justificó su decisión de retirar las tropas españolas de Irak. "Dijimos que la guerra era mucho más fácil de ganar que la paz. La paz es una tarea que exige más valentía, determinación y heroísmo que la guerra. Por eso regresaron las tropas", dijo.

Para el presidente, lo importante hoy es restablecer lo más pronto posible la soberanía y la independencia de Irak. Ofreció para ese fin el apoyo político y financiero de España. Zapatero lanzó otro dardo a Bush al afirmar que la paz y la seguridad exigen que todos los países ratifiquen sin demora el estatuto de la Corte Penal Internacional, que Washington rehúsa suscribir.

Zapatero señaló que los esfuerzos de paz fracasarán si no se resuelve antes el conflicto de Oriente Próximo, que describió como "el tumor primario" de la inestabilidad. En ese sentido, reclamó con "urgencia" a EEUU, la UE, Rusia y la ONU que pongan en marcha el plan de paz conocido como la Hoja de ruta .