José Luis Rodríguez Zapatero participó ayer, junto al canciller alemán, Gerhard Schröder, en su primera campaña en el extranjero desde que es presidente del Gobierno. Y lo hizo en un escenario muy complicado: para pedir el voto para el SPD en las elecciones de mañana en el estado de Renania del Norte-Westfalia, donde los socialdemócratas afrontan una previsible derrota tras 39 años en el poder.

Zapatero apeló al "corazón" de los votantes de izquierdas con un discurso salpicado de referencias al ya desaparecido canciller Willy Brandt, a cuyo influjo atribuyó la victoria de Felipe González en España en 1982.

Unas 2.000 personas acudieron al mitin de cierre de la campaña en Dortmund. Durante todo el acto resonaron pitidos y rechiflas de opositores al candidato y actual ministro-presidente del estado, Peer Steinbrück. Cuando Schröder intervino cayeron en el escenario limones, uno de los cuales rozó al canciller.

Zapatero sugirió "mirar a España" para ver que no es lo mismo votar a la izquierda que a la derecha. "Cuando gobernaba la derecha, mi país estaba en Irak. Cuando llegué al Gobierno, nos salimos de Irak, donde no quiso ir Schröder, de lo que me siento orgulloso", dijo en medio de aplausos. Zapatero argumentó que la victoria del SPD es crucial para Alemania y para Europa. Y pidió coraje a los electores.

El presidente también intervino ayer en la campaña francesa sobre la Constitución europea. Lo hizo a través de una entrevista en el telediario de la cadena pública France 2. En ella, instó a los franceses a votar .