El secretario de Estado de Comunicación de España, Fernando Moraleda, anunció ayer un pacto entre José Luis Rodríguez Zapatero y Jacques Chirac por el que los dos mandatarios se comprometieron a rechazar cualquier acuerdo presupuestario que no satisfaga a ambos países. "Hemos atado nuestra estrategia a Francia", subrayó Moraleda.

La presión de ambos parece que dio al final sus frutos, ya que a última hora de la noche la delegación española se daba por satisfecha con la última propuesta presentada por Blair, si bien no se había concretado aún el montante total de las ayudas que recibirá nuestro país.

Moraleda explicó que la alianza se formalizó durante el encuentro que mantuvieron por la mañana, y recalcó que Zapatero y Chirac se reunieron en tres ocasiones. En el primer encuentro, señaló, acordaron coordinar posiciones para hacer frente al cheque británico , mientras que ayer decidieron ampliar el contenido de la alianza y pactaron condicionar cualquier acuerdo al de las dos partes. Zapatero también se reunió con la cancillera alemana, Angela Merkel.

Un portavoz de la delegación francesa matizó, sin embargo, el alcance del compromiso, al afirmar que entre ambos países existe una "voluntad de concertación" y una "estrategia de acción común". A la pregunta concreta de si París rechazaría un acuerdo presupuestario satisfactorio para sus intereses si Madrid no lo considera beneficioso para los suyos, el portavoz dijo, evasivo: "Hay que esperar la propuesta".

El pacto con Francia copó gran parte de los esfuerzos del grupo español. Moraleda se empleó a fondo en presentar la batalla contra el cheque como una iniciativa hispano-francesa.

TELEVISIONES Cuando Chirac manifestó que la iniciativa contra el cheque británico era "franco- alemana" y que a ella se habían sumado España y otros países, Moraleda compareció de inmediato ante los periodistas y dijo que las declaraciones del presidente francés deben entenderse como una táctica de Chirac, en el sentido de que sus palabras "aparecerán en las televisiones de Francia y Alemania".

Fuentes españolas cifraron en entre 10.000 y 16.000 millones de euros el saldo neto a su favor que España podría recibir en los presupuestos, cantidad en la que se incluyen futuros pagos diferidos comprometidos en el periodo anterior. El asesor de la Moncloa Miguel Sebastián dijo que Madrid espera arañar recursos en las "perchas" presupuestarias y citó los fondos para la inmigración, que ascenderían a 800 millones de euros y de los que España confía en beneficiarse por ser una puerta de entrada.

También mencionó el fondo para investigación y tecnología. España pugna por que la aprobación de proyectos privados para la captación de estos dineros no se condicione sólo a criterios de excelencia, sino que se tenga en cuenta la necesidad de convergencia tecnológica. Esto beneficiaría a España, que se halla a la cola en este terreno.