José Luis Rodríguez Zapatero afirmó ayer que, en el marco de la cumbre de Viena, hablará con "la mayoría, por no decir todos", los mandatarios latinoamericanos presentes, pero aclaró que las conversaciones tendrán "distinto alcance y distinto tiempo" según el interlocutor. En la rueda de prensa que celebró en Madrid con la presidenta de Chile, Michelle Bachelet, Zapatero respondió con estas palabras a la pregunta de si aprovechará la cita para reunirse con el boliviano Evo Morales y abordar el asunto de la nacionalización de los hidrocarburos en el país andino.

Zapatero, que no descartó un encuentro con Morales, dio a entender que, en caso de celebrarse, será un contacto de menor categoría que los que ya tiene concertados con los líderes de México, Vicente Fox, y Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva. El mandatario español argumentó que el Gobierno está defendiendo los intereses españoles, en concreto los de Repsol, desde el mismo momento en que Morales anunció la nacionalización de los hidrocarburos.

El presidente insistió en la vía del diálogo para superar la crisis. Sin embargo, mientras no se aclare el panorama para Repsol, Zapatero mantendrá una actitud de tibieza hacia Morales. En esa línea, el presidente decidió aplazar la firma de un memorando de entendimiento que había planeado antes de la nacionalización de los hidrocarburos. M. S.