Multitud de voces se pronunciaron ayer ante la inminente ejecución de Sadam. Lo hizo José Luis Rodríguez Zapatero --"No se lo deseo ni al peor político", dijo-- y lo hicieron dirigentes de Italia, Francia, Austria, Brasil, Chile, el Vaticano, la mayoría de países árabes y las organizaciones humanitarias. "Nunca defenderé la pena de muerte ni siquiera para el político que peor se haya comportado en su trayectoria", declaró el presidente español.