El presidente del Gobierno español, José Luis Rodríguez Zapatero, dijo ayer que la nueva propuesta británica es "claramente" un "paso positivo" en la negociación del presupuesto comunitario, pero que faltan más pasos para poder llegar a "un acuerdo final". Zapatero hizo estas breves declaraciones a la salida del pleno del Congreso de los Diputados, más conciliadoras, pero iguales en el fondo a las que habían hecho poco antes portavoces oficiales. "Un paso en la buena dirección, pero insuficiente", dijeron.

Madrid acogió de modo positivo que Londres esté dispuesto a satisfacer una de las principales reivindicaciones de Zapatero: que España siga siendo receptor neto de ayudas hasta el 2013. Sin embargo, los 450 millones de euros extra ofrecidos en el fondo de cohesión y los 50 millones adicionales para Ceuta y Melilla aún están por debajo de las expectativas.

Zapatero llega hoy a Bruselas dispuesto a dar la batalla en tres frentes: reducir el cheque británico, a fin de liberar fondos para los otros países; arrancar la mayor dotación posible para el fondo de inmigración, una iniciativa suya de la que España recibiría beneficios al ser puerta de entrada de inmigrantes; y arañar recursos en el capítulo de ayudas a la investigación y a la tecnología.