Los zapatistas de Chiapas hicieron ayer una demostración pública de poder al nombrar las "juntas de buen gobierno" de sus municipios autónomos en un acto multitudinario celebrado en Oventic, en la región chiapaneca de Los Altos. Junto a otros comandantes del Ejército Zapatista de Liberación Nacional (EZLN), que reaparecían tras la marcha a la capital de hace dos años y medio, el comandante Rafael anunció el inicio de una "nueva forma de lucha, de resistencia y de autonomía de los pueblos indígenas de México". El subcomandante Marcos inauguró la transmisión de Radio Insurgente; su reaparición era esperada anoche.

El propio jefe militar de la guerrilla se encargó de comprar en el Distrito Federal, durante el fin de semana anterior, buena parte del material utilizado tanto en la radio de onda corta como en la "gran fiesta zapatista" de Oventic, según los informes gubernamentales que ayer revelaba el diario El Independiente . Vigilado a la espera de que "se convierta en fuerza política y deje las armas", Marcos viaja disfrazado, acompañado de amigos y bajo distintos nombres, no sólo por el país, sino también por Guatemala, Belice e incluso EEUU.

VIAJES CAMUFLADOS

Los informes del Centro de Investigación y Seguridad Nacional (Cisen) señalan que el subcomandante salió en primavera de la comunidad en la que vive en la selva Lacandona, cerca de La Realidad, para tratarse del asma con un médico de California y hacer compras de libros y papelería en la ciudad de México.

Aunque "se sabe vigilado en México", el subcomandante Marcos usó una de sus falsas identidades y documentos obtenidos en la frontera guatemalteca para burlar la seguridad de Estados Unidos y permanecer en California desde marzo hasta el mes pasado, en tratamiento médico por un asma acentuada en meses anteriores, pero también inscrito en una diplomatura de Mercadoctenia Política. Hace ocho días, se gastó unos 2.000 euros en equipos para reproducir discos y editar cintas de vídeos, además de compactos vírgenes, en un gran comercio del centro de la ciudad de México. El sub varía de peinado, barba y bigote.

A lo largo del fin de semana, los zapatistas, embozados o con pasamontañas, transformaron los cinco Aguascalientes , que fueron centros culturales de contacto con la sociedad civil, en Caracoles , que serán sede de las "juntas de buen gobierno".