Era la última reválida. El escalón final que les quedaba por ascender: el de los Juegos Olímpicos. Hacía 24 años que el reto se elevaba, desafiante, para las nuevas generaciones: desde aquel mágico verano del 84, en el que la selección de Díaz Miguel se vistió de plata en Los Angeles. Y los chicos de oro del básquet español, la generación que comanda Pau Gasol, lo ha superado. Ya está en la final, tras superar ayer a Lituania (91-86). Mañana (8.30, TVE-1) se encontrará a las estrellas de la NBA bajo el uniforme de Estados Unidos.

Nadie podrá discutirle ya su grandeza a este equipo, que peleará por el oro de Pekín completando un trienio de ensueño. En el 2006, se proclamaron campeones del mundo en Japón. El pasado año, en Madrid, subcampeones de Europa. Y solo 12 meses después se han plantado en la final de los Juegos de Pekín, una conquista difícil de superar.

"Por segunda vez en la historia, esta selección alcanza la final olímpica, y eso es un motivo de orgullo para nosotros y demuestra la buena salud del baloncesto español", afirmó Aíto García Reneses en referencia a un grupo de jugadores que despuntó hace nueve años en el Mundial júnior de Lisboa, en 1999, y se ha consolidado en la cima en torno al pívot de Los Angeles Lakers.

El talento de ese bloque se ha reafirmado con la llegada de las nuevas generaciones, que encabezan Rudy Fernández y Marc Gasol, de 22 años, los dos jugadores que desembarcarán este año en la NBA, y el jovencísimo Ricky Rubio, la última perla de 17 años a la que ya tantean desde la liga americana.

El seleccionador español se refirió también al desafío que les aguarda frente a EEUU, al que los jugadores llegan ya sin ninguna presión y con el deseo de disfrutar. "Vamos a ir a morir a la final y a intentar ganar por muy difícil que sea", aclaró Aíto. "Si el arbitraje es normal, tendremos alguna posibilidad. No sé en qué porcentaje. Pero lo que es seguro es que no vamos a repetir el partido frente a EEUU", puntualizó el entrenador madrileño, en referencia al cruce de la primera fase, donde los americanos vencieron por 37 puntos (82-119). Lo que sí da por seguro es que los estadounidenses no saldrán más relajados por esa contundente victoria. "Ellos juegan siempre con la misma intensidad", recalcó.

En el vestuario español, mientras, se instaló la felicidad después de una conquista que a, algunos como Ricky Rubio, le llegará con solo 17 años, un regalo en su fulgurante carrera. "Da igual tener 17 que 28 años. Esto hay que disfrutarlo porque no sé si volveré a jugar una final olímpica", dijo el base del Joventut.

COSAS QUE MEJORAR Gasol se mostró orgulloso por la imagen que mostró el equipo frente a Lituania y también por disponer,de nuevo de la oportunidad deenfrentarse a EEUU, que ayer superópor 101-81 a Argentina. "Estoyfeliz por el trabajo que hemoshecho, hemos sabido sufriryendo por detrás en varias fasesdel partido", destacó el pívot, paraañadir respecto a la final:"Será un partido muy complicado.Tenemos ya la experiencia dehaber perdido con ellos por 37puntos. Pero a un partido todopuede pasar, aunque hay quemejorar muchas cosas".

LeBron James, una de las estrellasde EEUU, reconoció queaguardan con impaciencia el encuentro."Nos hemos estado preparandoen los últimos cuatroaños para llegar aquí. Nuestroobjetivo era recuperar el oro yahora estamos muy cerca".