"Perdón, se ha olvidado de mí". Con una seductora sonrisa, el suizo Fabian Cancellara se dirigió el pasado sábado a la traductora. Se había olvidado de él y de una pregunta que le habían hecho porque en el ciclismo solo existía el rostro humilde y sereno de Samuel Sánchez, que acababa de conquistar el oro olímpico en ruta. Mañana, sin embargo, nadie podrá olvidarse de Cancellara, un ciclista que bien podría ganarse la vida como modelo. Pero ha decidido ser uno de los tipos más rápidos del pelotón mundial.

¡Que se lo pregunten, por ejemplo, a Samu! Cuando lo vio aparecer el sábado como un cañón, ya al pie de la gran muralla china, pensó que perdía la carrera. Pero el asturiano resistió. Mañana, en cambio, Cancellara es el gran favorito para la contrarreloj individual. Pero ya se ha visto que eso no da ninguna garantía de éxito, entre otras razones porque Contador, el otro magnífico del ciclismo español, no ha venido hasta Pekín solo para ayudar a Samuel ni tampoco para ir de turismo.

OTROS CANDIDATOS Hay otros nombres que acechan a ese par de candidatos: los australianos Cadel Evans y Michael Rogers siempre están en esas listas cuando se trata de pelear contra el reloj, al igual que el alemán Stefan Schummacher, quien ya se retiró de la prueba en ruta para reservar energías. Y tiene el aval de haber ganado las dos cronos del pasado Tour. También Contador, que se está preparando para conquistar la próxima Vuelta a España, ahorró fuerzas cuando abandonó en el penúltimo paso por meta. También anda por ahí Samuel. No hay nadie tan tranquilo como él. Es el único que corre con una medalla de oro en el bolsillo y eso da una corriente de autoconfianza extrema. ¡Que le quiten lo bailado!

DE VUELTA A LA MURALLA Para los dos españoles, Samu y Alberto, el circuito les viene de maravilla. Para empezar, evoca grandes recuerdos. Al asturiano, porque regresa al lugar donde tocó el cielo, a la gran muralla china. Al de Pinto, porque colgarse una medalla de oro.

Sube mejor que los otros favoritos en un circuito que se conocen de memoria. Solo darán dos vueltas (47,6 km) y la mitad será de ascenso ya que se trata de un puerto de segunda y luego bajarán por una autopista, territorio para los Cancellara y compañía. "Me va de perlas, me va bien el recorrido", le ha dicho estos días Alberto a Samuel. "Alberto es un ciclista que puede hacerlo todo y todo bien", recalca Antequera. Nadie lo dice, pero saben ellos que corren, además, para demostrar que sí hay un ciclismo limpio.