Desde que soy profesional, y ya llevo unos cuantos años, no he visto cosa igual a Fabian Cancellara. Lo que ha hecho en la contrarreloj olímpica ha sido una exhibición en toda regla solo al alcance de un fenómeno como es el suizo. He visto muchos contrarrelojistas, rápidos todos ellos, pero Fabian es, sin ningún tipo de dudas, el que reúne una mayor potencia en las piernas. Sin ninguna duda es una fuerza de la naturaleza. Hasta me atrevería a decir que la carrera que ha hecho en Pekín ha sido la mejor realizada nunca por él.

Y me explicaré. No era una contrarreloj habitual pues en el camino aparecía un puerto de montaña. Pues bien, Cancellara ha subido finísimo, como un escalador, hasta el punto de ceder muy pocos segundos a todo un especialista en estos terrenos como es Contador. Tal vez sí ha resultado más sorprendente el segundo puesto de Larsson. Los que lo conocemos sabemos que siempre es un peligro en prólogos, le recuerdo uno muy bueno en el Giro, y un habitual en conseguir buenas posiciones, aunque no hasta el punto de colgarse la plata y llegar a hacer peligrar la medalla de oro a su compañero de equipo Cancellara.

Alberto nos ha hecho soñar, aunque debo decir que no podemos pedirle retos tan desorbitados como este. Ha ido a los Juegos sin apenas competición porque prepara la Vuelta. Y sucede también que estamos mal acostumbrados. Demasiados éxitos porque en otras circunstancias, de no estar tan pletóricos en triunfos, habríamos dado por bueno el cuarto puesto de Contador y y el sexto de Samuel Sánchez en la contrarreloj.