--¿Cómo se siente?

--Cansado, reventado, emocionado, es algo difícil de describir. Es la despedida soñada, es perfecta. Estoy en una nube.

--Se ha convertido, además, en el deportista español más laureado en unos Juegos.

--No lo sé, pero lo más importante es que cada medalla se disfruta de forma distinta. Esta no es igual a la de Sídney ni tampoco a la de Atenas. Todo es distinto.

--Antes de venir a los Juegos, anunció que sería su última carrera. ¿Ha cambiado de idea?

--No. Era una decisión muy meditada, muy consensuada con mi familia. No tengo ahora por qué cambiarla. Tengo 39 años y toca poner el punto y final a mi carrera.

--Lo ha hecho de una manera impecable, en una carrera prácticamente perfecta.

--Pero ha habido un par de momentos en que estaba un poco desesperado. ¿Por qué Porque veía casi imposible ganarla. Se había complicado mucho. Sobre todo a la mitad de la carrera porque había gente que me la tenía guardada. Daba esa sensación. Pero luego logré reaccionar bien y al final me llevé el oro.

--Todos le miraban a usted.

--Yo no buscaba a nadie, eran los demás los que me marcaban a mí y no podemos olvidar que en una carrera así, de casi una hora, se va siempre al límite. Muchos de ellos no jugaban sus opciones, sus propias cartas, mientras yo hacía la mía y buscaba la victoria.

--En esos momentos de angustia, cuando la carrera empezó mal para usted, nunca perdió la calma.

--En estas carreras de puntos siempre digo que suele ganar quien piensa cuando va a más de 180 pulsaciones. Por eso es tan importante la estrategia, saber usar tus armas. Se preocuparon de mi rueda más de lo normal, aunque hasta mitad de carrera no vi la luz.

--Después, en el podio, ofreció una imagen contenida, llena de emoción cuando miró en un par de ocasiones hacia arriba. ¿En quién pensaba?

--Se lo he dedicado a los que han estado siempre a mi lado durante estos años. Hay muchos que están en Pekín, otros en casa y otros que desgraciadamente no están. Es para todos ellos.

--Habla de Isaac Gálvez, su compañero, pareja y amigo, que falleció en los Seis Días de Gante en noviembre del 2006.

--En Isaac pienso todos los días. En mi carrera me faltaba ganar una prueba olímpica con Isaac. Y ya la tengo. Esto es como si la hubiéramos ganado los dos.

--Y se va.

--Sí, como gran carrera y con la camiseta de España esta es la última que hago. Perdón, la penúltima porque me falta aún correr el madison con Toni Tauler. No descarto, sin embargo, correr algún criterium o algún Seis Días. Pero ya he tenido la despedida soñada. He trabajado durante estos años para conseguirla. No vine aquí para pasearme. Venía a ganarla y, afortunadamente, lo logré. He disfrutado durante todo este tiempo practicando el ciclismo. Es un sueño acabar así, es una manera perfecta de retirarme con mi familia. Es increíble todo.