La selección española se despidió de Pekín con un excelente resultado y buenas sensaciones al superar por 11-9 a Croacia, la actual campeona del mundo y una de las selecciones con opciones al oro. El equipo de Rafael Aguilar, quinto al final, se mostró competitivo durante el torneo. Solo perdió dos encuentros --Serbia y Hungría--, pero superó a Montenegro, campeón de Europa, y a Croacia.