España jugará por tercera vez la final de los Juegos Olímpicos después de ganar hoy merecidamente a Australia, el campeón de Atenas 2004, en un partido en el que tuvo una desventaja de dos goles, que logró igualar en la segunda parte para rematar con un penalti córner de Santi Freixa a poco más de un minuto del final.

La máquina de Maurits Heendriks funcionó a la perfección. Seguridad, calidad y rapidez tanto en defensa como en ataque fueron las claves de una victoria que permite recoger el fruto de seis años de trabajo de unos chicos que han hecho méritos más que suficientes para la medalla y que reaccionaron aún mejor cuando tuvieron todo en contra.

Australia desequilibró el partido nada más empezar. En un minuto y en la tercera acción del juego metió un gol que cayó como una losa en un partido que apenas había empezado en una combinación por banda derecha entre Knowles, Brooks y Des Abbot que desde fuera del área y sin mucho ángulo pilló adelantado a Cortés. España reaccionó muy bien y a los dos minutos ganó tres penaltis córner seguidos con los que no pudo igualar. Stephen Lambert se encargó de parar los tiro de Xavi Ribas y Santi Freixa, con la ayuda de Mark Knowles en el tercero.

El partido fue creciendo en ritmo y en juego y las siguientes ocasiones fueron para Australia, aunque Kiko Cortés se encargó de detener el único penalti córner que tuvieron los australianos, y arropado por su defensa no dejó que Jamie Dwyer, el mejor jugador del mundo de 2007, empujara una bola que pudo ser mortal. Algunas imprecisiones de España permitieron que los campeones olímpicos controlaran el juego y pusieran de nuevo a prueba, sin éxito a Kiko Cortés, antes de que los de Maurits Hendriks recuperaran el sitio y arrancaran rápidas contras, que bien merecieron el empate. Edi Tubau se quedó a un dedo de empujar una bola de gol que le sirvió Pol Amat; Edu Arbós vio cómo Lambert le frenaba una bola de David Alegre y Kiel Brown sacó en la línea un pelota de gol de Amat.

España merecía el empate pero el jarro de agua fría cayó otra vez. En una jugada de pizarra con Mark Knowles de cerebro, que la inició y la ordenó para que Des Abbott se la pasara a Ockenden desmarcado llegó el 0-2 para Australia. Pero España tiene un alma y una calidad que hoy enseñó al mundo. Igual que hizo Australia Xavi Ribas mandó una bola a Amat, que la cedió para Freixa y entre cierto desorden Edi Tuabu fue el más listo.

Los españoles fueron a más y en otro intento entre Amat y Tubau ganaron un penalti córner que no llegó a puerta en su tiro inicial, pero sí después de que David Alegre salvara la bola y Tubau la mandara otra vez a la red. Con 25 minutos por delante se volvió a empezar. Amat se llevó lo peor en un choque con el portero que le obligó a sentarse. Australia logró reaccionar y sacó el genio con un tiro alto de Brooks, otro ajustado al poste de Abbott y uno más de éste al pie de Cortés. David Alegre, Arbós y Tubau dieron sin puntería la respuesta de España que ganó dos penaltis córner a 3 minutos del final que Santi Freixa no perdonó.